Madrid, agujero negro de la energía

Nuestro Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) ha elaborado un estudio reciente sobre la situación actual de las energías renovables en el conjunto del Estado. Un estudio que hemos querido territorializar, regionalizar. En el caso de Madrid nos parecía importante porque si España en su conjunto mantiene un importante déficit en la generación de energía, el caso de Madrid es el más grave del país, sin que el Gobierno de Aguirre haga nada para corregirlo.

Madrid, aún siendo la capital del Estado, no supone más allá del 1,6 por ciento del territorio nacional.  Sin embargo aquí vive el 13,4 por ciento de la población española. Comunidad rica entre las ricas en cuanto a su volumen de Producto Interior Bruto. Detrás de Cataluña y Andalucía, Madrid es la región que más energía consume, con un crecimiento del 3,44 por ciento anual.

De toda la energía que consumimos el 96,9 por ciento procede del exterior, mientras que sólo el 3,1 por ciento se genera en Madrid y, aún así, menos de la mitad de esta energía es renovable.

La Unión Europea reclama que el 20 por ciento del total de la energía proceda de energías renovables. Un objetivo imposible de cumplir en Madrid.

En Madrid hay unos 14.500 trabajadores en este sector de energía renovables. Un sector que con una apuesta razonable y hasta insuficiente para acometer el cumplimiento de los objetivos europeos, podría alcanzar, en el año 2020, en torno a los 100.000 empleos. Unos 47.000 directos y más de 50.000 indirectos.

Llama la atención que el 87 por ciento del empleo actual en el sector sea de titulados superiores o medios, de alta cualificación y de alta estabilidad. La causa radica en que la implantación del sector en Madrid se asienta en ingenierías y consultoras  especializadas que venden sus proyectos por toda España y, en escasa medida, en Madrid. Sin embargo el retraso madrileño en actividades de instalación, producción y mantenimiento o en aplicaciones dirigidas a producción industrial usando energías renovables es notable y nos sitúa a la cola en el conjunto del Estado. La Comunidad de Madrid se caracteriza por el incumplimiento de su propio Plan Azul.

Desde CCOO insistimos en la necesidad de negociar cuanto antes un nuevo Plan Azul que dote a los ayuntamientos, empresas y particulares de los recursos necesarios para implantar y desarrollar las energías renovables en la región capital del Estado. Madrid no puede seguir figurando como farolillo rojo en el reto energético español mientras regiones como Navarra, Andalucía, Galicia o Castilla-La Mancha, gobernadas por partidos políticos muy diversos, actúan como motores del impulso a las energías renovables en el conjunto del país.

Por una vez la señora presidenta debería dejar de mirarse el ombligo, estudiar nuestras propuestas y ponerse a la cabeza del reto que tenemos por delante.

Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid