www.diariocritico.com
Algo ha cambiado en Euskadi

Algo ha cambiado en Euskadi

viernes 26 de junio de 2009, 12:51h
   Algo ha cambiado en el País Vasco y pinta bien. Acostumbrados como estábamos a la ambigüedad de Ibarretxe y al doble juego del PNV, la reacción sin dobleces del lehendakari Patxi López y su defensa de los principios constitucionales, tras el cobarde atentado de ETA que ha costado la vida a Eduardo Puelles, abre un antes y un después con las instituciones vascas al lado de las victimas. Ya era hora de que un lehendakari enarbolara la bandera de la libertad y también de que fuera absolutamente radical en la defensa de la misma.

   Al término de la manifestación de repulsa del atentado, Patxi López lanzó un mensaje inequívoco a la izquierda abertzale -a la que tachó de "chivatos del fascismo"- aludiendo al entorno de Arrigoriaga del que pudo salir la delación de ETA. Algo está cambiando en el País Vasco cuando el hermano de la víctima -que es agente de la Etzainza- dijo que Eduardo había muerto como un gudari luchando por las libertades de todos, y cuando su viuda -con el cuerpo aun caliente del esposo- llamó cobardes a los de la capucha y quienes les amparan, advirtiendo, con gran sentido común, que otros cogerán su testigo de libertad.

   Dijo Maite Pagaza que en este tema no hay ambigüedad, que si no estás con la víctima estás con el asesino o, lo que es lo mismo, quien no se posiciona con los muertos lo hace con los verdugos. ¡Que sabias palabras por parte de algunos! y cuanta cobardía y miedo por parte de otros, como esos que quieren amordazar a las viudas y dicen amparándose en el anonimato -como han hecho destacados dirigentes del PNV- que ellas deben permanecer silentes cuando queman vivo o descerrajan un tiro en al nuca a sus esposos!. ¡Cuánta sinrazón! para dar la razón, de forma vergonzante a quienes sólo entienden de la  razón de la fuerza porque la fuerza de la razón es demasiado para  quienes no tienen escrúpulos. Algo está cambiando cuando estos mafiosos sienten cada día de manera más intensa el aliento de la ley  en sus nucas y así deben sentirse: acorralados, perseguidos y empujados hacia su único destino posible: la cárcel.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios