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¡Pobre Albó! ¡Pobre Jorda! ¡Pobre verdad!

¡Pobre Albó! ¡Pobre Jorda! ¡Pobre verdad!

viernes 03 de julio de 2009, 06:14h

Aunque no es usual en mi forma de ser, me veo obligado a usar mi derecho a la replica, para responder a los autores del artículo “¡Pobre Marcial, pobre justicia!” (La Razón, 09/06/09). El propósito del mismo es aclarar a la Nación Boliviana sobre las agresiones de las que fui objeto el pasado mes de mayo y dar respuesta al desafortunado artículo. A la Iglesia Católica ratifico, una vez más, mi profundo respeto y no me mueve el deseo de desacreditarla sino mas bien alertarla de la hiel que se esconde en su manto.

Con sorpresa y, debo confesarlo, con mucha indignación, he leído el artículo escrito por mis gratuitos detractores, los sacerdotes Xavier Albó y Enrique Jordá. ¡Cómo cambian los tiempos! Hasta hace algún tiempo aparentaban ser equilibrados y justicieros, pero mírenlos ahora, bendiciendo lo injustificable pelan capucha y muy sueltos de lengua y dedo me denigran y calumnian sin piedad, buscando ganar indulgencias con el poder terrenal de turno so pretexto de defender a supuestos dirigentes del TIPNIS que no son otra cosa que militante/empleados del MAS en el Beni

Los “padrecitos”, olvidando las enseñanzas de la Biblia, salen en defensa de quienes, en una actitud cobarde y delincuencial, intentaron eliminarme físicamente el pasado 8 de mayo y buscando aparecer como imparciales, los ex mensajeros del amor y la fraternidad, pues hoy lo son del odio y la desunión, se autoalaban pregonando que fueron mis compañeros de lucha y que habrían caminado conmigo en la histórica marcha indígena del año 1990… o se hacen los santos locos, o simplemente son unos cínicos en la vejez.

La verdad es ésta: en aquella histórica Marcha, de la que fui unos de sus dirigentes, Enrique Jordá celebró una misa para los marchistas en la plaza de San Ignacio de Moxos y nada más. Xavier Albó se incorporó a la marcha a la llegada, en las afueras de la ciudad de la Paz, y caminó solo lo necesario para la foto. ¡Mentirosos! Pero no solo son mentirosos, ¡son también unos canallas!, y es que no puedo llamar de otra manera a quienes, aprovechándose de su condición de religiosos me acusan, sin ninguna prueba, de delitos que jamás he cometido. “Negociados turbios, apropiaciones indebidas, apropiación de sedes, participación en la quema de CPESC, desaparición de medio millón de dólares” y otros, forman parte de las calumnias e injurias de las que he sido objeto por parte de quienes, con una doble moral y sin ninguna vergüenza, hablan de justicia, mientras hacen escarnio público de mi honra, y pisotean mis mas elementales derechos humanos. “¡Ay de vosotros, guías ciegos! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! (mateo 23:24-25)

Los siervos de Dios, que hoy ungen de siervos del MAS, haciendo apología del delito cometido por sus defendidos, se deleitan recreando las vejaciones de las que fui objeto por parte de una turba enloquecida por odios y resentimientos ajenos a mi pueblo y a mi gente. El relato de inspiración casi satánica se regodea en mentiras y más mentiras con el único fin de justificar la tortura a la que fui sometido.

Estos que escriben mentiras y luego esgrimen la ostia, justifican los latigazos e improperios que recibí, porque, según ellos, no pedí perdón a mis torturadores. Pero de qué voy a pedir perdón? De haber conducido a los pueblos indígenas hacia su dignificación? De haber promovido en PAZ cambios que transformaron la vida de mis hermanos y hermanas y que hoy son parte de la historia positiva de Bolivia? De haber puesto en la agenda pública, en las leyes y la conciencia nacional la tierra, el territorio, la asamblea constituyente y la inclusión social para los pueblos indígenas sin haber promovido para ello el ODIO y la confrontación? Padrecitos, ustedes deberían pedir perdón porque nuestra lucha y esfuerzo les sirvió para que se apropien de nuestro sacrificio y hagan crecer sus ONGs. Ustedes deberían pedir perdón porque ciegamente apoyaron la prostitución de nuestras demandas como ocurrió con la Asamblea Constituyente. Sepulcros blanqueados! fariseos del racismo! “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí” (Mateo 23:26-27)

Cómo me voy a arrepentir de estar alineado en la lucha autonómica del pueblo beniano, si en mi condición de indígena sé mejor que nadie que el centralismo gubernamental es responsable en gran medida de la miseria y el atraso de nuestros pueblos. Cómo voy a renegar, después de 20 años de vida pública, de mi pobreza material, si ella da fe de mi honestidad en el manejo de los bienes colectivos. Cómo piensan que voy a renunciar a la paz y armonía espiritual en la que vivo para llenar mi corazón con odios ajenos?

Definitivamente, no me arrepiento del camino recorrido junto a mi pueblo y solo le pido perdón a Dios, mi Señor, quien es el que conoce a cabalidad todos los actos de mi vida, de principio a fin, así como el desempeño de mis funciones de Dirigente. Por lo demás, lamento profundamente que personas como Xavier Albó y Enrique Jordá, estén cumpliendo el triste papel de alcahuetes de una corriente política que a nombre de los indígenas y sus derechos, están sembrado odio y muerte en todos los confines de la patria. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo e injusticia ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.” (mateo 23: 28)

Usando “novedosos” argumentos sociológicos y antropológicos, se dan hoy a la tarea de santificar a lobos disfrazados de ovejas y a satánicos grupos promotores del odio y la rencilla como Los Satúcos que atizan la intolerancia, la violencia y el racismo so pretexto de 500 años de injusticias, de los cuales, la mayoría de los bolivianos no somos culpables. Verdades a medias y mentiras absolutas, caracterizan hoy los escritos e intervenciones de estos nuevos fariseos que defienden el colonialismo anticristiano disfrazado de indígena. “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros (Mt 23: 29)

Que lejos quedaron estos pastores descarriados de las enseñanzas del Maestro. En lo que a mi respecta seguiré la ruta trazada por mi pueblo hasta derrotar, en paz y en democracia, a nuestro verdadero enemigo, el centralismo, culpable de la pobreza extrema que carcome la existencia misma de mi gente.

Marcial Fabricano Noe
Ciudadano Boliviano, Indígena Mojeño Trinitario, Ex presidente del TIPNIS, Ex presidente de la CPIB, Ex presidente de la CIDOB


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