El TSJ condena al SERMAS por la muerte de un hombre atendido por el SUMMA

En un primer episodio cardiaco, el 15 de marzo de 2001, el ahora fallecido fue atendido en su vivienda por el Servicio de Emergencias 061, cuyos facultativos le realizaron un electrocardiograma y una toma de tensión, y le diagnosticaron un dolor brusco de características atípicas. A continuación, fue remitido a urgencias del hospital Gregorio Marañón, donde le indicaron que padecía un dolor retrosternal atípico; a las pocas horas, le dieron de alta "sin haberle visto ningún cardiólogo y sin acordar un mínimo de periodo de observación", señalaron desde El defensor del paciente.

Sin embargo, a los tres días de los hechos, el estado del paciente empeoró acentuándose el malestar general, con vómitos, dolor en el tórax y en los brazos, dificultad respiratoria y ansiedad. La familia de Víctor L.G. volvió a avisar al 061, cuyos facultativos revisaron los informes pero no realizaron un electrocardiograma para descartar una patología cardiaca. Además, los miembros del SUMMA tampoco recomendaron su traslado a un centro hospitalario, y sólo le indicaron la vigilancia del médico de cabecera.

Sin embargo, a las dos horas de marcharse el servicio de emergencia el paciente experimentó un brusco empeoramiento por lo que la familia le trasladó al Gregorio Marañón donde falleció, tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. De este modo, la Sentencia se basa, principalmente, en el hecho de que "está muy clara la existencia de  nexo causal entre la mala atención médica como consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración y el fallo del paciente".