El Estudio General de Opinión Pública de Andalucía correspondiente al verano de 2009 supuso un verdadero jarro de agua fría para los socialistas que vieron como el PP de Javier Arenas acortaba distancias y se situaba a sólo 2,5 puntos, con una intención de voto cercana al 40 por ciento. Dado que el organismo que ha realizado este estudio, el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), está subvencionado por la propia Junta de Andalucía, el PP se mostró convencido de que la encuesta había sido "cocinada" y que los resultados reales eran mucho mejores para el PP que los que ésta refleja. Según el Egopa, el PSOE obtendría el 42,2 por ciento de los votos; mientras el Partido Popular continuaría con la progresión ascendente, obteniendo un 39,7 por ciento de los votos. Izquierda Unida con un 6,7 por ciento, sufriría un "ligera pérdida de apoyo" y el PA, por su parte, conseguiría el 2,6 de los votos.
Pero "donde dije digo, digo Diego" y tan solo tres días después de hacer públicos estos resultados, Capdea saca un comunicado rectificando los datos y señalando que la distancia real entre el PSOE y el PP no es de 2,5 puntos, sino de 6,5, ya que, debido a un "error tipográfico", los socialistas tendrían una intención de voto del 46,2 por ciento y no del 42,2 que se había publicado. Todo parece indicar que el PSOE o la Junta le han dado un toque de atención ya que no es de recibo que una empresa dedicada a estos menesteres cometa un fallo de este calibre.
Tras cumplirse cien días de su toma de posesión como presidente de la Junta, para lo ínico que parece haber servido el cargo es para que aumente considerablemente el conocimiento que los andaluces tienen de Griñán que en sólo tres meses ha pasado de poco más del 20 al 55,7 por ciento. Asímismo, José Antonio Griñán es el líder político andaluz mejor valorado con una calificación de 5,28; seguido de la líder del Partido Andalucista, Pilar González con 4,28, desbancando del segundo puesto a Javier Arenas, que consigue un 4,22 puntos de valoración. Por último, el lider de IU, Diego Valderas obtiene 4,15 puntos.
Lo cierto es que estos primeros cien días han permitido comprobar que nada ha cambiado substancialmente en la política andaluza. Griñán ha defraudado las esperanzas que se habían depositado en su Gobierno sobre una nueva forma de hacer política, optando por un continuismo de la época de Chaves. El paro, que alcanza ya cotas del 25 por ciento, la financiación autonómica en la que no se ha conseguido todo lo que se pretendía, y la crisis económica, que ha pasado a ser una de las prioridades que más preocupan a los andaluces, son los retos a los que debe enfrentarse el Ejecutivo andaluz a su vuelta de las vacaciones estivales. Griñán parece estar más preocupado por mejorar la Educación, uno de los principales lastres de Andalucía. Pese a todo no han cambiado las formas y los socialistas se siguen negando a aceptar cualquier comisión de investigación que la oposición plantée en el Parlamento. Así se ha rechazado la pedida por el PP para que se investigue la subvención de más de diez millones de euros que la Junta concedió cuando Chaves era presidente a la empresa Minas de Aguas Teñidas, en la que su hija Paula era apoderada. La Junta afirma que no ha quedado demostrado que el ahora vicepresidente del Gobierno tuviera conocimiento de tal circunstancia. La fórmula del "rodillo" de la mayoría absoluta sigue pues funcionando como en los mejores tiempos de Manuel Chaves. Y, aunque antes de ocupar el puesto de presidente de la Junta, Griñán estaba pensando en jubilarse, parece que ahora han cambiado las tornas y podría ser el candidato socialista en las elecciones autonómicas de 2012.
En cuanto a su Gobierno, la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, ex alcaldesa de IU en Córdoba, es el miembro más conocido y valorado, mientras el resto siguen siendo unos verdaderos desconocidos entre los andaluces. Ni tan siquiera el consejero de Gobernación y ex secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, supera el 25 por ciento de conocimiento, llegando incluso alguno de ellos, como el titular de Presidencia -sustituto de Gaspar Zarrías-, Antonio Ávila, al que sólo conocen un 5 por ciento de los andaluces. Naturalmente, los consejeros peor valorados son el de Empleo. Antonio Fernández, y el de Vivienda, Juan Espadas, que no llegan al aprobado.
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