El descenso de las temperaturas en las últimas horas está ayudando a centenares de bomberos, algunos de ellos provenientes de Australia y Nueva Zelanda, a combatir cientos de incendios forestales activos en la provincia canadiense de Columbia Británica.
El cambio de las condiciones meteorológicas y la labor de los bomberos han mejorado la situación en los alrededores de la localidad de Lillooet, que el domingo fue evacuada ante la proximidad de las llamas que ya han consumido más de 3.333 hectáreas del monte McLean.
Imágenes tomadas a primera hora de hoy por la televisión pública canadiense CBC desde Lillooet mostraban que las llamas que han rodeado la localidad en los últimos días, y que llegaron a tener 300 metros de altura, desaparecieron y fueron sustituidas por pequeñas columnas de humo.
La situación ha mejorado tanto que las autoridades se reunirán hoy para decidir si permiten el regreso de las más de 2.300 personas evacuadas de la localidad.
Los bomberos dijeron que la quema controlada del bosque, realizada en las últimas horas, impidió que el fuego se acercara a la localidad, situada a unos 250 kilómetros al noreste de Vancouver.
Mientras, 2.500 personas siguen evacuadas en el lago Okanagan, en el centro de la provincia, y otras 2.200 personas del área fueron informadas sobre una posible evacuación si el fuego empeora.
Estos incendios forman parte de los más de 800 fuegos que la provincia está sufriendo diariamente.
Las autoridades han dicho que Columbia Británica atraviesa uno de los peores veranos de su historia, debido a la combinación de altas temperaturas, escasa precipitación y elevados vientos, que han disparado el riesgo de incendio.
Desde abril, Columbia Británica ha registrado unos 2.100 incendios, el 90% de ellos causado por rayos, y que han quemado una superficie de 550 kilómetros cuadrados.
Si (
No(
