Correa y Chávez deploran bases de EE.UU. en Colombia

Estados Unidos y Colombia suscribirán un acuerdo que le permitirá al gobierno de Barack Obama utilizar siete bases militares colombianas, para compensar el cierre de la base ecuatoriana de Manta.

Hugo Chávez reiteró que la decisión del Gobierno de Álvaro Uribe constituye una amenaza y una provocación que podría propiciar una guerra que nadie desea. “Venezuela no quiere guerra, desea la paz”, dijo el mandatario venezolano en la primera jornada de trabajo que reúne -salvo ÁLvaro Uribe- a los presidentes del Unasur en Quito.

“Vientos de guerra empiezan a soplar”, afirmó Chávez y manifestó que “Venezuela no permitirá que le hagan lo que a Ecuador (el pasado 1 de marzo de 2008, con el bombardeo colombiano a su territorio contra un campamento de las FARC)”.

Rafael Correa también se mostró contrario al aumento de la presencia estadounidense en Colombia y lamentó que se haya dicho que algunas naciones como Ecuador no son solidarias con el país del café por no apoyar el acuerdo colombiano-estadounidense.

“Ahora resulta que nosotros somos los agredimos, lo que bombardeamos a países vecinos”, declaró Correa al recordar la incursión militar no autorizada que realizó que Colombia en su territorio para destruir el campamento del número 2 de las FARC, Raúl Reyes.

INSTAN A LA PAZ
El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, pidió profundizar el diálogo y desarrollar una política de paz que permita dar a los pueblos de la región “lo que necesitan”.

Lula agradeció la presencia en la reunión del canciller y del ministro de Defensa de Colombia para iniciar una conversación a fondo de los problemas que se han presentado por la eventual instalación de bases militares estadounidenses en ese país y por el desacuerdo de algunos de los miembros con esta nación.

“Tenemos que ponernos de acuerdo sobre el futuro de Unasur, ya que si no hay sinceridad y confianza entre sus miembros, no será una institución de integración, sino un club de amigos rodeado de enemigos”, insistió Lula.

A las palabras de Lula se unió la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien manifestó que “se está creando en la región un estado de beligerancia inaceptable e inédita”.

Pidió que en un nuevo encuentro de la Unasur esté “necesariamente presente el presidente colombiano, Álvaro Uribe”, el gran ausente del encuentro de hoy en Quito, y dijo que Buenos Aires puede ser la sede de esa reunión a la que la presidenta argentina se comprometió a invitar personalmente a Uribe.

Fernández de Kirchner llamó a “evitar estridencias” en esa futura reunión y a “abordar de forma inteligente los problemas”.