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Se reanuda el juicio

11-M: El agente 'Víctor' dice que avisó en 2003 a la Guardia Civil de que Toro y Trashorras vendían explosivos

11-M: El agente "Víctor" dice que avisó en 2003 a la Guardia Civil de que Toro y Trashorras vendían explosivos

lunes 09 de abril de 2007, 12:58h
El juicio por los atentados del 11 de marzo se ha reanudado este lunes con la declaración del contacto del acusado por colaboración Rafa Zouhier en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, cuyo nombre profesional es "Víctor". El agente precisó que Zouhier dio a su unidad información sobre la existencia de dos personas -los acusados José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro- que se dedicaban al tráfico de explosivos en Asturias, en enero de 2003. Dos meses más tarde, en marzo, Zouhier concretó que ambos podían llegar a mover elevadas cantidades de dinamita, "entorno a los 150 kilos", ha indicado el testigo.

No obstante, "Víctor" ha dicho que no fue hasta el 17 de marzo de 2004, después de los atentados, cuando Zouhier realizó la primera mención a alguna de las personas de origen árabe implicadas en la masacre de Madrid, Jamal Ahmidan, alias "El Chino", uno de los suicidas de Leganés. En ningún momento el acusado mencionó la existencia de reuniones en los restaurantes de comida rápida Mc Donalds, entre Trashorras y Toro y "El Chino", o estableció datos que relacionaran a los asturianos con las personas relacionadas con la masacre.

Esta información sobre tráfico de explosivos en elevadas cantidades quedó reflejada en una nota informativa de la Guardia Civil de 6 de marzo de 2003, ha explicado el testigo, que ha reconocido, a preguntas del abogado defensor de Zouhier, Antonio Alberca, que se remitió a la unidad con la consideración de "información de importancia" procedente de un informador de relevancia.

Ha negado que uno de sus superiores, el comandante Francisco Javier Jambrina, se pusiera en contacto con él para solicitarle que eliminara la referencia al tráfico de dinamita en la nota coincidiendo con la comparecencia del entonces jefe de la UCO, Félix Hernando, en la comisión de investigación sobre el 11-M, con objeto de evitar que quedara en evidencia una posible negligencia de la Guardia Civil en la investigación. Dice que su unidad comunicó a la Guardia Civil en Asturias las informaciones recabadas sobre el tráfico de dinamita y ha reconocido, a preguntas de uno de los abogados de la acusación que no dieron aviso a la unidad especializada en terrorismo, a pesar de la magnitud de la cantidad de dinamita con la que los asturianos podían estar traficando según su confidente.

Ha añadido, además, que no hizo referencia en sede judicial ante el juez instructor de la causa Juan del Olmo, de la cantidad de 150 kilos de dinamita porque "no lo recordó entonces" o "no le preguntaron expresamente por ese dato". Reconoció a preguntas directas del presidente del tribunal Javier Gómez Bermudez que esta omisión "puede resultar rara". La primera vez que Zouhier se refirió a los explosivos fue el 30 de enero de 2003, momento en que, según "Víctor", el acusado comunicó a la Guardia Civil que una persona llamada Antonio, alias El Toro, que había conocido en la prisión de Villabona y su cuñado, que trabajaba en una mina, podían dedicarse al tráfico de sustancias explosivas.

El acusado, ha especificado el testigo, recibió el encargo de ponerse en contacto con estos dos sospechosos en Asturias, viaje para el que contó con el apoyo de un grupo operativo, destinado a identificar a los implicados en este tráfico de dinamita. A pesar de ello el traslado no se cerró con éxito y la Guardia Civil no logró, ni siquiera, identificar entonces a Trashorras, ha reconocido el agente. Poco menos de un mes más tarde, el 20 de febrero de 2003, Zouhier indicó a "Víctor" que había conseguido "una muestra de explosivo" entregada por Toro y su cuñado, explicó el testigo. "Rafa trajo una muestra en un frasco", indicó "Víctor" que concretó que mostraron a un compañero experto en explosivos la dinamita.  "Era una cantidad pequeña, de mala calidad y muy antigua", indicó el testigo que explicó que no estaba presente en el momento en que Zouhier la llegó a las dependencias de su unidad y que la vió más tarde. Agregó que el experto le dijo que la eficacia del explosivo "era muy baja" y que pertenecía a la gama de "los englobados en la Goma 2" dadas sus características y color.

Zouhier no volvió, según "Víctor" a hablar de explosivos ni le comunicó que había sufrido un accidente con un detonador que le produjo heridas en una mano tras aquel momento. El testigo ha reconocido a este respecto que visitó a Zouhier en el hospital cuando este fue ingresado en noviembre de 2003 tras recibir una puñalada en un discoteca. Entonces el agente apreció -ha dicho- que el confidente sufría heridas en las manos. Zouhier las justificó indicando que había sufrido "un accidente doméstico". El agente de la UCO ha decrito que el primer contacto con Zouhier como confidente se produjo el 21 de noviembre de 2001 en la prisión asturiana de Villabona. Ha agregado que contactaron con él con intención de obtener informaciones sobre tráfico de drogas o comisión de robos, principalmente en joyerías. El confidente de la guardia civil, que se enfrenta a una petición de pena por parte de la Fiscalía de 20 años de prisión, siguió la declaración de su antiguo controlador desde el exterior de la urna habilitada para los acusados, acompañado de un agente de policía.

Mención a ETA
Las informaciones proporcionadas por Zouhier sobre los explosivos, ha explicado "Víctor", fueron corroboradas por otra persona con la que la Guardia Civil contactó también en Villabona y que fue quien finalmente identificó al cuñado de Toro como José Emilio Suárez Trashorras, el confidente José Ignacio Fernández, alias "Nayo". Fue éste, dijo el testigo, el que realizó mención a la existencia de una relación entre Toro y Trashorras y la banda terrorista ETA.

El agente de la UCO ha indicado que "Nayo" mencionó entonces la existencia de "unos jóvenes" que se habían puesto en contacto con Toro en la cárcel de Villabona, y que habían intentado "llegar a una negociación para la compra del explosivo".El testigo no pudo precisar, no obstante, los motivos por los que esta información no se pasó a una unidad de la Guardia Civil especializada en ETA y se comunicó únicamente al cuerpo que trabajaba en la zona de Asturias.

Zouhier habla de "El Chino"
El guardia civil ha concretado, además, que no fue hasta el 16 o 17 de marzo 2004 cuando Zouhier realizó una primera mención a una de las personas de origen árabe implicadas en la comisión de los atentados de Madrid. Se refirió entonces, explicó, a Jamal "El Chino" e indicó que pensaban que podía estar relacionado con la masacre porque "era una persona muy radical".  "En ese momento no podíamos saber la importancia de la información que nos estaba dando, nos limitamos a trasladarla", ha detallado el testigo.

El agente ha agregado que Zouhier dió datos sobre el entorno familiar y la ubicación aproximada de la vivienda de "El Chino" y admitió que su confidente incluso les acompañó a las inmediaciones de la casa, situada en la calle Villabona de Madrid.  Zouhier les dijo también que "El Chino" se había interesado en alguna ocasión en la utilización de teléfonos móviles como explosivos y que "viajaba mucho al País Vasco". Añadió -ha precisado "Victor"- que Ahmidan podía tener "armas y explosivos" y que una de sus personas de confianza era otro de los acusados, Rachid Aglif, alias El Conejo. Incluso, ha reconocido el testigo, Zouhier llegó a dar detalles sobre el vehículo utilizado habitualmente por Jamal Ahmidan, un BMW de color negro.

Declara el hermano de 'El Chino'
El hermano de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", Mostafá Ahmidan, ha declarado ante el tribunal del 11-M que éste le confesó días después de los atentados que estaba implicado. "El Chino" acudió al bar que regentaba Mostafá junto a otra de las personas que se suicidaron posteriormente en Leganés, Rachid Oulad Akcha, y le dijo: "Estoy en ello". "Pidelé a Dios que no nos cojan vivos". El testigo, que estuvo imputado pero que finalmente no fue procesado, ha reconocido a preguntas de la fiscal Olga Sánchez que no se refirió a esta confesión en su declaración ante el juez Juan del Olmo. Mostafá fue detenido días antes de la explosión del 3 de abril en Leganés en la que murieron tanto "El Chino" como Rachid Oulad Akcha, junto a otras cinco personas.

En este sentido, ha dicho que entonces no dijo nada al respecto "por miedo" a quedar implicado y "por presiones de la familia" y ha añadido que no creyó a su hermano en aquel momento. "El Chino" le indicó además que la gente "que había hecho aquello" eran personas "del barrio". A su vez, ha relatado ante el tribunal otra visita de Jamal Ahmidan en la que comentaron juntos la masacre y vieron imágenes en televisión, en las que se retransmitían fotos de los detenidos, como Jamal Zougam. "El Chino" se refirió a las detenciones como "injustas" y cuando Mostafá le recriminó sus palabras le dijo: "¿No ves a tus hermanos que están muriendo también en Irak?".  "Yo entendí que sólo defendía a los musulmanes", ha explicado el testigo que ha descrito que las llamadas de la policía le llevaron finalmente a preguntar a su hermano por su posible implicación, momento en que se produjo su confesión.

Mostafá también ha agregado que reconoció la voz de su hermano en la cinta de reivindicación de la masacre depositada en una papelera cercana a la mezquita de la M-30. Finalmente, el testigo ha agregado que sabía "de oídas" que su hermano tenía una finca en la localidad madrileña de Morata de Tajuña aunque ha explicado que nunca llegó a visitarla.

Agustín Díaz de Mera
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha asegurado que su partido reclamará "todos los días" al PP que exija a su eurodiputado y ex director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, que colabore con la Justicia tras su negativa a revelar el nombre de su fuente que le habló de un supuesto informe policial sobre conexiones entre ETA e islamistas. En una rueda de prensa en la sede del partido en Madrid, al término de la Comisión Ejecutiva, Blanco ha acusado a Díaz de Mera de hacer "chantaje" al tribunal del 11-M con "el apoyo" del líder del PP, Mariano Rajoy, y el secretario general del PP, Angel Acebes. A su juicio, tanto Rajoy como Acebes deben "dar explicaciones de ese chantaje", así como exigir a Díaz de Mera que "se ponga al servicio de la Justicia" para contribuir a que "prevalezca la verdad sobre la mentira".

En este sentido, ha recalcalcado que "no es tolerable que un servidor público se niegue a colaborar con la Justicia", máxime cuando no era un servidor público cualquiera sino el director general de la Policía. "Qué ejemplo da al país y sus subordinados al negarse a colaborar con la Justicia para que esclarezca el atentado terrorista más sanguinario en nuestro país", ha espetado. Asimismo, el secretario de Organización socialista ha anunciado que en la próxima sesión de control del Congreso el Grupo Socialista preguntará por este asunto al ministro del Interior y al de Justicia para que "informen sobre ese supuesto informe al que aludió el señor Díaz de Mera".

El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ha asegurado que los 'populares' continuarán exigiendo "el esclarecimiento de la verdad" sobre los atentados del 11 de marzo y ha advertido a quienes quieren "arrinconar" al PP o hacerles "pasar como locos" que serán ellos "los que acaben perdiendo la batalla". En declaraciones a la Cadena Cope, Zaplana ha afirmado sentirse "muy satisfecho" de todas las actuaciones del PP "desde el primer día" de los atentados y ha criticado que el Gobierno y el PSOE "hubieran querido que el conocimiento de la verdad y el esclarecimiento de los hechos hubieran pasado desapercibidos".

El hermano menor de El Chino
El hermano menor de Jamal Ahmidan, alias "El Chino", uno de los suicidas de Leganés, Youssef Ahmidan indicó ante el tribunal que días después de los atentados, en una visita al bar regentado por el hermano mayor, Mostaphá, le oyó comentar al ver fotos de detenidos tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid en el periódico que las personas que aparecían en ellas eran "inocentes" y que "se las estaban llevando por la cara".

Negó, no obstante, haber oido a Jamal o a Rachid Oulad Akcha reconocer ante el hermano mayor, Mostaphá, que había tomado parte en los atentados.

Youssef visionó, a petición de la fiscal, el video de reivindicación de los atentados del 11 de marzo, que fue depositado en una papelera cercana a la Mezquita de la M-30 de Madrid.

El presidente del tribunal Javier Gómez Bermúdez, le preguntó antes de la emisión de la cinta si se encontraba bien y explicó al testigo que a pesar de que prefiriera no ver las imágenes, debía hacerlo. Tras la aceptación por parte de Youssef a ver las imágenes, el juez agradeció su gesto.

En la grabación mostrada a la sala aparecen tres personas con las caras tapadas. La que se encuentra en el centro lee de un folio un comunicado en árabe. Tras escuchar la voz durante unos minutos el testigo no fue capaz de reconocer la voz y dijo que no tenía "claro" que correspondiera a su hermano.

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