Una fuerte tormenta derrumbó más de un centenar de árboles en Central Park y provocó los mayores daños en ese parque de al menos los últimos treinta años, informó hoy el Departamento de Parques y Lugares Recreativos de Nueva York.
"Una fuerte y rápida tormenta, con ráfagas de viento de una intensidad poco habitual, ocasionó grandes daños en Central Park, donde cientos de árboles centenarios fueron derribados", explicó a Efe una portavoz del organismo encargado del mantenimiento de ese parque, Cristina DeLuca.
La breve pero intensa tormenta que anoche cayó sobre Nueva York, con vientos superiores a las 80 millas por hora (más de 125 kilómetros por hora), dejó así, según DeLuca, "casi un kilómetro de devastación" en toda la ciudad, donde se calcula que "al menos unos mil árboles se han visto sido afectados".
"El daño fue tan severo y amplio que estamos limpiando a la vez que valoramos el alcance de los daños y acordonamos las zonas para garantizar la seguridad de los viandantes", añadió la portavoz, quien aseguró que una de las zonas más afectadas fue "el norte de Central Park", poblado fundamentalmente por olmos.
Además de los árboles que han caído, hay "muchos otros que se han agrietado y han perdido ramas, algunas de las cuales aún están colgando", dijo DeLuca, quien alertó sobre la posibilidad que algunas de ellas sigan cayendo al suelo en las próximas horas.
Las autoridades temen que esta noche se pueda formar una tormenta similar, ya que persisten las condiciones que la generaron.
En palabras del meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en Long Island (Nueva York) David Wally recogidas por The New York Times, Central Park fue la "zona cero" de una fuerte tormenta que se cebó especialmente con el norte de la isla de Manhattan y el sur de El Bronx.
"Debido a los daños ocasionados por la tormenta, aún permanecen cerrados el jardín del conservatorio, los campos deportivos de North Meadow y las zonas de recreo de las calles 100 Oeste y 110 Este", explicó la portavoz, quien cree que "todo estará limpio en una semana".
La presencia de árboles tendidos sobre el asfalto obligó a los responsables del parque a cerrar las carreteras que cruzan por el Central Park en su extremo norte, donde se ocasionaron numerosos daños materiales en los automóviles que se encontraban aparcados en la zona.
Algunos de los testigos que, desde sus hogares cercanos al parque vieron la tormenta, aseguraron a varias cadenas de televisión locales que lo ocurrido se asemejó a un tornado.
Durante el miércoles, cientos de paseantes se acercaron al mayor parque de Manhattan para curiosear y comprobar los desperfectos ocasionados por una tormenta que, sin embargo, se cree que no causó daños personales.
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