Los parados tienen difícil acceder a las escuelas infantiles públicas

Los desempleados de la región no reciben ningún punto en la solicitud de matrícula de sus hijos para las escuelas infantiles públicas de 0 a 3 años ni para percibir las ayudas destinadas a costear las escuelas infantiles privadas (el cheque guardería). Así lo establece la normativa del Gobierno regional, que entiende que no es necesario que estos niños acudan a un centro infantil, ya que uno de los padres puede quedarse a su cuidado.

Con ello, esta norma impide precisamente a los progenitores en desempleo poder buscar trabajo o acudir a los cursos de formación necesarios para encontrarlo. Por esta razón, los socialistas exigen a Esperanza Aguirre "que revise urgentemente la exclusión de estos niños de las escuelas infantiles", afirma la portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez. Para la socialista "este claro abandono de los trabajadores en paro y de sus hijos tiene que ser corregido inmediatamente".

Por su parte, la consejería de Educación afirma que la adjudicación de las plazas en las escuelas infantiles prioriza a los padres trabajadores porque quieren ayudar a conciliar la vida familiar y la laboral. "Si uno o los dos progenitores no tiene actividad laboral, pueden asumir el cuidado de los hijos, algo que en el caso de los padres que trabajan es más complicado", explicaba este viernes el portavoz de Educación del PP en la Asamblea, Juan Soler.

"Tremenda injusticia"
Esta respuesta del Gobierno regional ha sido criticada por CCOO, al considerarla "una falta de respeto a los parados". En opinión del sindicato, se debería puntuar "no tanto la situación de desempleo, como la de búsqueda o formación profesional al menos con los mismos puntos que reciben los padres que están en activo".

El secretario de Comunicación de la Federación de Enseñanza del sindicato, Gabriel Monte, explicó que la medida del Gobierno regional "podría estar justificada en un momento de pleno empleo, pero no ahora", y denunció "la tremenda injusticia" que sufren los parados en Madrid, para los que "en la práctica es totalmente imposible" acceder a una escuela de educación infantil pública.