El documento, de 47 páginas, señala cinco prioridades en el marco de una visión a largo plazo, la UE en 2020: salir con éxito de la crisis, liderar el cambio climático, fomentar la nuevas fuentes de crecimiento y cohesión social, hacer avanzar la Europa de las ciudadanos y la apertura de una nueva era para una Europa global.
La revisión de la Estrategia de Lisboa, actualizandola para el periodo posterior a 2010, destaca como una de las piezas clave del texto, señalando a la vez la importancia fundamental de una mayor coordinación de la UE y de sus Estados miembros para el éxito de la estrategia de salida de la crisis junto al establecimiento de un sistema financiero más ético, robusto y responsable.
Con respecto a la sostenibilidad, clima y política energética, ejes específicamente señalados en las orientaciones, se afirma el deber de mantener el impulso hacia una economía de bajas emisiones, poniendo énfasis en explotar el potencial de las industrias respetuosas del medio ambiente, los servicios y la tecnología de la UE, incentivando que las empresas las incorporen, así como el impulso de la descarbonización del suministro de electricidad y del sector del transporte.
Investigación e innovación
Investigación e innovación son también objetivos que se propone la próxima Comisión, llevando la política de investigación de la UE a un nuevo nivel para convertirla en uno de los motores del desarrollo sostenible y haciendo gran hincapié en la innovación para lograr una mayor competitividad de todos los sectores de la economía.
La cohesión y dimensión social es el otro gran eje del texto presentado por el Presidente de la Comisión. La modernización significativa de las cualificaciones y de la calidad de la formación junto al planteamiento de una agenda del empleo que añada, como derechos de los trabajadores, el equilibrio de la vida laboral, las condiciones de trabajo, políticas activas de empleo y flexiseguridad; no permitiendo, además, que se vean menoscabados los derechos sociales básicos y asegurándose de que los valores de inclusión, equidad y justicia social se incluyan en nuevo planteamiento.
Son cuestiones también planteadas en el documento la subsidiariedad, el desarrollo y consolidación de una auténtica política de inmigración común que ponga de relieve el respeto de los derechos fundamentales y la dignidad humana, la recuperación del impulso del mercado interior, el desarrollo de una estrategia interior de seguridad de la UE, así como dar a Europa el peso que se merece en la escena mundial, en razón de que "
hoy en día no podemos ver las relaciones exteriores como un 'compartimento' independiente, sino como parte integrante de nuestra manera de alcanzar nuestros objetivos políticos internos".