El aviso de Ibarra

¿Tiene razón Juan Carlos Rodríguez Ibarra al dar un toque de atención sobre el llamado "turismo sanitario"? Su denuncia sobre los abusos  que cometen  los extranjeros que vienen a España a operarse "de la cadera", ¿tiene fundamento? La ministra de Sanidad dice que no. Trinidad Jiménez argumenta que los ciudadanos de la Unión Europea no pueden ser considerados como extranjeros y en matera sanitaria les asiste el derecho de reciprocidad por el cual un inglés puede ser atendido en un hospital, pongamos de Badajoz, de la misma manera que un extremeño o un catalán puede acudir (y ser atendido) en un hospital de Bristol.

Doy por hecho que Rodríguez Ibarra sabe de los convenios que rigen en los países de la Unión, así que pienso que su toque de atención señala los abusos que se comenten en nombre de esos convenios. Caso, por ejemplo, de aquellos ciudadanos de países (por ejemplo Bélgica) dónde los tratamientos de diálisis no están cubiertos por la Seguridad Social, mientras aquí, si lo están.

   Por no hablar de los casos protagonizados por ciudadanos de países que no pertenecen a la UE. No es infrecuente que ya en España, el ecuatoriano, boliviano o peruano que ha encontrado un trabajo --vía reagrupamiento o por  cualquier otro procedimiento-- tira de familiares y allegados, quienes una vez que están asentados disponen de acceso libre (y gratuito) a los servicios de la sanidad pública. Esté o no legalizada su presencia en España.

   A ese estado de cosas es al que creo que se refiere el ex presidente de Extremadura. También creo que Trinidad Jiménez está al tanto de la situación: de los abusos a los que está dando pie y del riesgo de desbordamiento del presupuesto de la Seguridad Social y del peligro que semejantes prácticas aparejan para la supervivencia del Sistema Nacional de Salud. Tengo para mí que sabe que el toque de atención de Ibarra tiene fundamento, pero  que no sería "políticamente correcto" reconocerlo. Ya veremos cuanto tiempo podemos seguir así.