Estamos tan cansados de nuestros políticos que rogamos al cielo que nos mande otros. Por eso cuando aparecen figuras jóvenes, independientes y carismáticas son bienvenidas por la población, tan desengañada de los políticos. Eso sucedió con el ex alcalde de Magdalena Francis Allison: se le veía joven y empeñoso, con ganas de hacer las cosas distintas que los políticos que lo han precedido.
Sin embargo, el video emitido por Jaime Bayly el último domingo, donde aparece golpeando a un policía por haberlo intervenido en su auto, y la comprobación de que fue abogado de la empresa Business Track, dedicada al espionaje de políticos y empresarios, hizo caer su figura a los más hondo y lo bautizó como un político "del montón". De esos que organizan escándalos cuando está borracho, de los que hacen servicios oscuros a todavía más oscuros intereses.
Allison, hoy ministro de Vivienda, tuvo una gran oportunidad para devolver a los peruanos la confianza en la clase política. Pudo hacernos creer que no todos son iguales. Sin embargo, tras el escándalo, la conclusión es, lamentablemente, la contraria para la mayoría de la población.
Si (
No(
