Sentimiento, emoción y gesto

La muestra 'Joan Miró 1956-1983. Sentimiento, emoción, gesto', que se podrá ver desde este viernes al 25 de febrero de 2007, refleja este último periodo del artista, fruto de una evolución coherente de su creación y con sensibilidad hacia los acontecimientos sociales y políticos, que ha sido poco estudiado.

En esos años se produce un desplazamiento de los intereses de Joan Miró, en los que concede prioridad a los temas más vinculados al entorno y a los valores de orden moral o social, a lo humano, en detrimento de la inspiración literaria, de la expresión de sentimientos amorosos o de las connotaciones eróticas precedentes.

En sus obras, siendo el tríptico 'La esperanza del condenado a muerte' el ejemplo más evidente, Miró se muestra sensible a la situación política del momento, se posiciona en favor de la libertad y explora nuevos caminos.

La directora de la Fundació Miró y comisaria de la exposición, Rosa Maria Malet, concedió hoy una gran importancia a este último periodo artístico del pintor en el que realiza gran cantidad de proyectos cuando "podría haber sido todo lo contrario" viviendo del prestigio adquirido.

Esta última etapa de Miró se caracteriza por la existencia de dos vías, una en la que muestra atmósferas tranquilas, donde las obras tienen una clara influencia japonesa desde los títulos, breves poemas que hacen pensar en los 'haikus', a la pincelada, un trazo sutil y modulado que recuerda la caligrafía japonesa.

Frente a esta atmósfera tranquila, y con el color negro como nexo de unión -"poco utilizado por otros artistas"-, en una segunda vía Miró refleja una violencia y una agresividad fruto del dramatismo y la tensión provocados por la presencia del negro y la densificación de las superficies.

En estas obras se aprecia un interés por las aportaciones de los artistas más jóvenes, que se traduce en el empleo del propio cuerpo para pintar o el rechazo del mercantilismo. Uno de estos proyectos fue la acción pictórica de Miró en las cristaleras del Colegio de Arquitectos de Catalunya, de los que en la muestra se exhiben una filmación de Pere Portabella y fotografías de Colita.

Una de las obras estrella de la exposición es el tríptico 'Azul', propiedad del Centro Pompidou, en la que se observa cómo Miró trabaja los fondos "de forma distinta" en cada pieza, lo que muestra la importancia del "efecto que quería producir" en el espectador.

Rosa Maria Malet aseguró que esta exposición centrada en la obra pictórica puede aportar valoración "de una época difícil de calibrar presidida por el color gris" del franquismo y remarcó que una cuarta parte de las obras son de la colección del museo, algunos de ellas poco conocidas.

La directora justificó que los estudiosos extranjeros no se hayan fijado tanto en este periodo porque trípticos como el de 'La esperanza del condenado a muerte' es "gris" y es "más atractiva y cómoda" la de los primeros años.

La exposición se completa con un catálogo que incluye los dibujos preparatorios de las obras expuestas, que se convierte en el primer estudio en profundidad sobre los últimos veinte años en la trayectoria artística de Miró.

Asimismo, la Fundación ha organizado el seminario 'Joan Miró en el contexto internacional' que, del 19 de febrero al 21 de marzo, analizará la obra de Miró en relación con el contexto histórico y artístico con la presencia de reconocidos especialistas como Lourdes Cirlot, Yves Michaud, Monika Zgustova y Fèlix Fanés, entre otros.