El gurú de la reencarnación, Brian Weiss, dará conferencia en Lima

Sus libros se venden por millones, sus conferencias reúnen a miles... Sin duda, conoce el éxito.
Depende de cómo defina el éxito. Si se refiere al éxito por el dinero, le aseguro que estoy lejos de ser el más rico del mundo. Tengo el mismo estilo de vida que 10 años atrás, cuando mis libros no eran un éxito en ventas. Si ve el éxito por el hecho de ser feliz, le aseguro que ayudar a la gente me hace feliz y, en ese sentido, sí soy exitoso. No tengo riquezas económicas porque lo que recibo por mis libros o conferencias lo dono o lo invierto en talleres gratuitos.

Algunos eligen ser abogados, y otros escogen ser periodistas. Pocos se dedican a la reencarnación. ¿Lo suyo es un trabajo?
Es un trabajo, una misión, un compromiso. Como psiquiatra, mi trabajo es ayudar a la gente a sentirse mejor. Como profesional, ayudo a las personas a reducir sus miedos y los temores.

¿Siente miedo de vez en cuando?
Definitivamente, no soy perfecto. Tengo algunos temores, pero a diferentes niveles. No temo a la muerte, pero tampoco me anima el proceso de envejecer y perder independencia e ir decayendo. Trabajo para no sentir temor.

No le molesta que lo llamen el gurú extraoficial de la reencarnación.
He oído que me llaman así, pero me siento más cómodo como profesor.

¿Habrá oído esa canción de Shakira donde la cantante afirma que no cree en usted?
(Tararea parte de la canción). La he oído. Tengo miles de correos de gente que me pregunta por qué Shakira no cree en mí.

¿Y qué les responde?
No sé si cree o no en mí, porque es la letra de una canción. Quizás, personalmente, sí cree o quizás no. Pero, de todas formas, me siento muy honrado de que me haya citado con gente de ese nivel.

¿Qué tales pacientes fueron Gloria Estefan, Madonna y Ricky Martin?
Es un honor poder tratar a esas personas que son famosas y que, además, ayudan a los demás. Pero, por secreto profesional, no puedo dar detalles. Debe saber que todos mis pacientes son iguales, porque todos somos iguales, todos necesitamos seguridad, afecto, paz.

Cuando no está buscando las otras vidas de sus pacientes, ¿qué hace?
Por la difusión de mi trabajo, no tengo tiempo para la paz y el relax a través de la meditación. Quisiera darle balance a mi vida y compartir con mi familia. Por eso, vengo entrenando a todos los profesionales de la salud que puedo.

¿Debe de conocer el estrés?
Por supuesto. Claro que sí y, por eso, trato de mantener un nivel de conciencia sobre mi cuerpo y mi respiración, lo cual me permite estar consciente de si hay estrés y cómo manejarlo.

¿Qué recuerdos tiene de su paso por el Perú a mediados de los 90?
Todo el apoyo y afecto de la gente. Y recuerdo el cebiche, muy rico, en la Rosa Náutica. Recuerdo a Jaime Bayly. En plena entrevista falló el sistema de traducción y tuve que hablar un castellano rudimentario. Fue muy gracioso.