En España no existen las hipotecas

No se engañen. Aquí no existe la hipoteca, en el sentido estricto del término. Existe una llamada Ley Hipotecaria, pero, si ustedes se dan cuenta, a la hora de constituir oficialmente lo que llamamos "hipoteca", en el encabezamiento de la escritura pública notarial, las más de las veces pone "Préstamo con garantía de vivienda", evitando, en la medida de lo posible, la palabra "hipotecaria". ¿Porqué?

   En el resto del mundo, la denominada "garantía hipotecaria" es la garantía sobre la vivienda, sin más. Si un banco o una entidad financiera (en otros paises las hipotecas no son exclusivas de las entidades bancarias, sino que existen sociedades especializadas en este tipo de producto financiero),  se hace cargo de parte o la totalidad del precio que se pide a un comprador, no pide más garantía que la de la propia casa. De ahí que la cantidad a prestar nunca sobrepasa el valor real de la misma.

   Si se produce lo peor, es decir, el impago del préstamo, la entidad prestataria procede a hacerse cargo de la casa. Si en la subasta o venta posterior a la ejecución hipotecaria se saca más dinero del que se ha prestado, el banco se queda con el mismo. O sea, hace negocio. Si, por el contrario, como suele suceder,  se vende por una cantidad inferior, el banco sufre una pérdida. Si esa pérdida es generalizada, como ocurrió con la financiera Mae West en los Estados Unidos durante la crisis de las hipotecas subprime, pues entonces se produce la quiebra.

   En España es muy difícil que eso ocurra por una sencilla razón. Además de la garantía del valor de la vivienda, bancos y cajas exigen otras garantías adicionales como nómina y otros bienes y derechos. En el caso de impago, el banco procede a la ejecución hipotecaria, y a la subasta o venta. Si el dinero que se obtiene es inferior al capital prestado, el deudor deberá hacerse cargo de la diferencia, es decir, que deberá responder con otros bienes.

   Así es en España la Ley, una ley que a Zapatero se le ha pedido a gritos que cambie. Fue incapaz. La banca todavía tiene mucho poder. Y ya se sabe, como en el  casino, "la banca siempre gana"