Nebrera, que celebrará mañana una rueda de prensa en el Parlament para detallar su futuro, deja entrever en el libro que está dispuesta a encabezar un proyecto propio de cara a las elecciones autonómicas de 2010. "Me voy. Les propongo que vengan conmigo a otro lugar", invita.
Asimismo, la diputada recoge en sus páginas una entrevista mantenida con Aznar en la que asegura que el ex presidente le dijo que Cataluña era "una población enferma" y que el objetivo del PP en la comunidad pasaba por mantener "de forma irreductible" el 20% del electorado que ayudase a la formación a obtener la presidencia en España.
Las críticas de Nebrera se extienden también a otros miembros del partido como la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, con quien rivalizó por este cargo. De ella dice que no tiene credibilidad y asegura que le llamó para ofrecerle una portavocía adjunta en el Parlament a cambio de no presentar su candidatura en el congreso 'popular'.
Además de criticar el funcionamiento interno de los partidos, subraya que su número de militante no es el 31.348 como se vio cuando en 2007 se afilió al PP y duda que la formación en Cataluña tenga "ni la cuarta parte" de los afiliados que asegura tener.
El PP mantiene abiertos dos expedientes contra la diputada, uno por burlarse del acento de "chiste" de la ya ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y otro por considerar que el partido en Cataluña era un "cortijo", así como que por definir a Camacho como "farisea" por sumarse a las críticas al coche oficial del presidente del Parlament, Ernest Benach.
Además, a la dirección catalana tampoco le gustó que cuestionara la parte del recurso del PP al Estatut referida a la financiación.
Nebrera fue la única candidata que disputó la presidencia del PP catalán a Alicia Sánchez Camacho en el congreso de julio de 2008, en el que obtuvo un respaldo del 43 por ciento ante el 56 por ciento que eligió a Camacho como nueva presidenta.
La diputada popular llegó al PP catalán de la mano del ex presidente Josep Piqué, aunque no se afilió al partido hasta octubre de 2007 cuando Daniel Sirera aún presidía la formación.
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