La última reunión entre los presidentes de ambas entidades, Braulio Médel y Santiago Gómez Sierra, acabó sin acuerdo y ha tenido que intervenir el arzobispo de Sevilla y administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba, Juan José Asenjo, quien ha pedido que en la fusión de Cajasur y Unicaja se antepongan los derechos de los trabajadores de la entidad cordobesa.
Sus palabras llegan cuando ambas cajas tienen discrepancias en materia laboral y en el calendario de la unión. De hecho, reconoció que la unión está en un "impasse"."Pediría que se tengan en cuenta en primer término los intereses de los trabajadores, su futuro", sostiene Asenjo. A la defensa de los empleos de Cajasur —algo más de 3.100— dedicó buena parte de sus reflexiones. No en vano, hasta ahora los datos que se han conocido centran los posibles recortes para crear Unicajasur sobre las "espaldas" de la Caja cordobesa. Y la Iglesia no está dispuesta a ello. "Se tienen que arbitrar las fórmulas más adecuadas para que la fusión no sea lesiva para los intereses, para el futuro, de los trabajadores y de sus familias", sentenció Asenjo.
Unicaja solicitó a Cajasur la pasada semana que, antes de seguir con la unión, cumpliera su plan de negocio, fijado en mayo para mejorar su situación, y que obligaba a cerrar 54 oficinas y a despedir a 310 trabajadores. La Caja cordobesa replicó que el nuevo escenario de creación de Unicajasur suponía tener que replantear dicho plan, lo que comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en agosto. Asenjo refrendó las tesis de Cajasur. A su juicio, lo "deseable" es que las medidas que se acometan en materia laboral se "tomen conjuntamente en el marco del proceso de fusión". Reiteró que dichas medidas siempre deben ser lo "menos lesivas" que sea posible para la plantilla. Luego, reconoció que la fusión está "ciertamente en un "impasse". Reflejó así los desencuentros que las dos entidades financieras están teniendo en sus negociaciones, con escollos, además de en el futuro de la plantilla de Cajasur, en el calendario para la materialización de Unicajasur.
Pese a las diferencias, indicó que "con la buena voluntad de todos y el diálogo se puede consumar" la fusión.
Tras la defensa del empleo, señaló como prioridad en la fusión que "se tengan en cuenta los intereses de la ciudad de Córdoba, vinculada históricamente a la Caja". Por último, demandó que se valore "la historia de Cajasur, nacida del Cabildo Catedralicio"
No en vano, una preocupación de la Iglesia es que su peso se desdibuje en hipotéticas fusiones de Unicajasur, después de que la Junta no incluyera ninguna garantía al respecto en la modificación de la Ley de Cajas. De hecho, Asenjo reconoció que "me hubiera gustado que se hubieran atendido las demandas de Cajasur" en el decreto ley que varió esta norma regional.
Postura del empresariado malagueño
El vicepresidente ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, ha señalado que "confiamos" en que el proceso de fusión de Unicaja y Cajasur "llegue a buen puerto", aunque precisó que dicho proceso requiere "tiempo y diálogo". González de Lara apuntó que, a pesar de que Málaga lidera el proceso, Córdoba debe mantener en la futura unión también su "importancia". La fusión, siguió, es "una gran noticia", pero supone un proyecto que requiere "tiempo, esfuerzo y mucho debate", afirmó el vicepresidente de la CEM. Éste reconoció que "no es fácil que en las primeras reuniones se puedan llegar a acuerdos entre entidades tan importantes como Unicaja y Cajasur". Añadió que se trataba de un proceso de fusión "exclusivamente empresarial, ya que no es una fusión política, como en su momento se pudo inducir a pensar en otros procesos previos", aclaró.
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