Esperanza y las cañas

Según una encuesta de los cerveceros los españoles prefieren tomar una caña antes con Esperanza Aguirre que con Penélope Cruz. Y no tanto por una crítica al cine español sino por la proximidad del personaje. Incluso prefieren a Zapatero antes que a Penélope Cruz, (tomar cañas con Zapatero y Aguirre juntos debe ser una experiencia digna de ser filmada).

Pero lo que le aguarda por delante a Aguirre no es el vertmouth con Zapatero sino una campaña que será analizada en dos vertientes: regional y nacional. Aguirre se juega algo más que la presidencia de la Comunidad de Madrid, y su partido algo más que renovar una plaza en la que lleva mandando desde que Gallardón descabalgara a Leguina. Todo esto lo sabe Aguirre que, además, ha declarado que teme una campaña turbia por parte de los socialistas, es el todo vale contra la presidenta.

Lo cierto es que, en apenas un mes, vamos a experimentar grandes sensaciones políticas encadenadas. Si bien es verdad que el PSOE funciona más como grupo homogéneo, con todos sus problemas entre ellos el de Alcobendas, también es cierto que Aguirre es más que la presidenta regional de su partido.
Y no perdamos de vista que los escaños de la Asamblea son pares y se podría dar, ¡horror!, un empate que obligara a convocar unas nuevas elecciones.

Últimos días de abril, el calendario se aprieta. Final de la Liga, veremos cómo acaba el partido y si merecían la pena esas cañas.


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