Ni bases, ni relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela

En el texto aprobado se incluye el compromiso de los doce países para intercambiar información sobre gastos, estrategias, maniobras y la situación militar de la región; así mismo, el bloque de naciones que integran el organismo, acordó que prevé discutir a futuro, la prohibición de la instalación de bases militares extranjeras en la región.

"Los resultados son óptimos, tenemos un documento de consenso regional, marcamos una nueva visión y una nueva doctrina de seguridad en términos regionales", señaló el canciller ecuatoriano Fander Falconí, encargado el encuentro por ser su país el que actualmente ocupa  la secretaría pro tempore de la organización.

De otro lado, Falconí consideró que quedaron pendientes algunos asuntos, como una decisión sobre la situación en Honduras y sobre la tensión política entre Venezuela y Colombia.

Por su parte, Colombia contó con la participación de Miguel Ruiz, como representante del canciller Jaime Bermúdez  y a David Moreno en su calidad de segundo comandante de las Fuerzas Militares, luego de que el ministro de Defensa, Gabriel Silva, anunciara que ni él ni Bermúdez viajarían a Quito a fin de evitar los “insultos” que pudieran recibir de la delegación venezolana.

A este respecto, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, replicó a Silva, al que llamó “francotirador loco” y “mentiroso” al justificar su ausencia en el encuentro, del cual consideró se desarrolló con “mucha altura y respeto”.

“El ministro de Defensa de Colombia se ha quedado en Colombia y, como un francotirador loco, irresponsable, ha empezado a disparar desde Bogotá. ¿Por qué no vino acá a decir esas cosas?”, reclamó Maduro, tras insistir en que la UNASUR es el “espacio natural” para definir las controversias.

En cuanto a las demás delegaciones, los cancilleres de los otros países miembros del organismo regional, implícitamente, comprendieron las razones; de hecho, uno de los delegados aseguró, bajo condición de anonimato,  que en la reunión preparatoria se evidenció un clima tenso por los últimos enfrentamientos entre Bogotá y Caracas.

Sin embargo y pese a su ausencia, Bermúdez  remitió una carta al presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien preside la UNASUR, recordándole que el acuerdo de cooperación entre Colombia y los Estados Unidos tendrá como fin el combate al tráfico ilícito de drogas y al terrorismo en territorio colombiano.

Puntualizó también en el documento,  que "espera que en forma simétrica los Estados miembros trabajemos conjuntamente en fortalecer  la lucha y cooperación contra el terrorismo, la delincuencia transnacional organizada y sus delitos conexos: el tráfico ilícito de drogas, el tráfico de armas pequeñas y ligeras, así como el rechazo a la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley".

Además, Bermúdez aseguró que la UNASUR debería transparentar "todos los casos relativos a los acuerdos de cooperación militar", en referencia a los que han establecido países como Venezuela y Ecuador con China, Rusia e Irán, que también preocupan a Bogotá.

De esta forma, la ratificación colombiana generó avances en el análisis de los temas y así lo expresó el canciller brasileño Celso Amorín. "Hubo avances sobre todo...nos preocupaba  mucho una cuestión de garantías formales", puntualizó.

También el canciller peruano José Antonio García Belaunde, señaló que los delegados colombianos "trajeron una posición muy positiva". García se mostró muy satisfecho de que el organismo haya abordado la propuesta peruana de analizar y discutir sobre el armamentismo  y la necesidad de crear un "estatuto" de paz en la región.

Finalmente Falconí también resaltó el ambiente de camaradería y de respeto entre los asistentes, lo que, según él, contribuyó a que se haya llegado a un consenso tan importante como el de las medidas de confianza y seguridad en la región.