El líder izquierdista, quien congeló las relaciones con Bogotá en protesta por un convenio que amplía el uso de bases militares colombianas a soldados de Estados Unidos, ha tenido duras relaciones con Uribe pese a que ambos países comparten una extensa frontera y un comercio activo, informó Reuters.
"El presidente de Colombia está tan metido en camisa de once varas que entregó a Colombia a cambio del perdón. Ese es el precio que le pusieron los yanquis", dijo durante un discurso en la conmemoración de los 10 años de la Constitución que impulsó cuando llegó el poder.
"No tengo duda ya de quién es el presidente Uribe, de dónde viene: paramilitarismo, narcotráfico y unas redes de lo más oscuro y podrido que pueda uno imaginarse", apuntó.
Las relaciones de Bogotá y Caracas enfrentan su peor momento desde 1987 cuando estuvieron al borde de un conflicto bélico después de que un barco de guerra de Colombia fue interceptado por la Armada de Venezuela en una zona marítima bajo disputa limítrofe.
El militar retirado considera que el uso de bases colombianas por parte de efectivos estadounidenses representa una amenaza para toda la región, pese a que el Gobierno de Uribe ha asegurado que el acuerdo es para reforzar la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla.
El duro crítico de la política exterior estadounidense considera que desde Colombia, Washington busca instalar una plataforma para invadir a su país y frenar la revolución que impulsa a favor de los más pobres.
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