La plataforma contra el plan eólico prevé que el impacto ambiental afectará a un 90 por ciento de la población

CORE es una plataforma formada por por una serie de asociaciones culturales como ADIC, Arca, Asociación Acanto, Cantabria Nuestra, Foro Becedo, Arcera, Seo-Bird Life, Fundación Naturaleza y Hombre, Mortera Verde, y Revista Cantárida, todas vinculadas con Cantabria y su defensa del patrimonio cultural y natural. Esta asociación está llevando a cabo una serie de iniciativas contra el que han denominado 'no plan' de Energía Eólica.

Según Ramón Teja, presidente de Cantabria Nuestra, "todas son asociaciones defensoras de las energías alternativas, incluida la eólica, aunque lo que defendemos es que se haga un plan eólico que sea aprobado y consensuado por la sociedad y las fuerzas políticas".

El principal problema que encuentra esta plataforma reside en la "falta de rigor en el planteamiento del Plan", según Javier Ceruti, vocal de Cantabria Nuestra. Tal y como afirmó, el Plan elaborado por el Gobierno regional pretende asignar una carga territorial a Cantabria de 1.500 megawatios cuando hasta hace poco todos los estudios realizados tanto por el Gobierno de Cantabria como por el Estatal, le asignaban una carga máxima de 300 megawatios. "Y sin explicación previa se modificó", añade. Además, también falta un estudio detallado de las repercusiones que puede tener la instalación de los molinos.

Y es que, señalan, no se entiende cómo el Gobierno maneja esas cantidades frente a los 624 megawatios del País Vasco, donde se ha paralizado el Plan para consensuarlo con la sociedad. Este colectivo compara este dato con los 650 que en Cantabria se han previsto sólo para la zona de Campoo y que en esta comarca equivalen a las previsiones para "toda Asturias". La carga de energía será el doble que la de Dinamarca, líder mundial en eólicas.

Por otra parte, el impacto visual que supondría es el primer gran problema, ya que el dato que se da desde el Ejecutivo -un 2 por ciento del territorio- no es del todo exacto. "Es cierto lo que dice el Gobierno si sumamos solamente la superficie que ocupa la plataforma del molino, pero no consideramos que se deba medir así sino en términos paisajísticos y medioambientales".

"Un molino no se ve sólo dese su base", aseveró, sino que se puede ver "a muchos kilómetros a la redonda". En opinión de Ceruti, si contamos con eso pasamos al 80 por ciento del territorio de Cantabria, incluyendo el 90% de la población.

Triquiñuela jurídica

Por otra parte, denuncian la ausencia de una evaluación estratégica ambiental que debería ser obligatoria. El problema viene porque todo depende de cómo se considere la instalación de los molinos. "La ley dice que para un Plan Eólico es obligatoria la evaluación estratégica ambiental, mientras que si lo que hay es simplemente una instalación aislada de parques, sólo se exigiría una evaluación del impacto ambiental de cada uno de ellos, por separado", aseguró Bernardo Colsa, presidente de ADIC.

"Si se acepta la triquiñuela jurídica del Gobierno para valorar individualmente los parques y no como un Plan, estaremos evitando saber el verdadero impacto", añadió.

Pero no descartan acciones legales. "No hay ninguna decisión administrativa firme todavía por lo que no podemos recurrir, pero en cuanto se tome la primera, la jurídica es una de las vías de actuacion planteadas", aseguró Colsa.

De momento, sí hay una acción planteada. Será una concentración de protesta que se llevará a cabo previsiblemente el próximo día 19 de diciembre en la plaza del Cuadro de Santander, a las 12:30 de la mañana. 

Y mientras tanto, ya han repartido unos 25.000 dípticos informativos entre la población, pidiendo que se detenga un proyecto que se ha hecho "de espaldas a la ciudadanía" cuando esto es algo a lo que la ley obliga, según Ceruti,  y del que reclaman "explicaciones" al consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico del Gobierno de Cantabria, Juan José Sota.