Campeón por primera vez
El sueño de Banfield se hizo realidad
lunes 14 de diciembre de 2009, 09:21h
A pesar de su derrota en la Boca, Banfield se consagró campeón por primera vez en su historia
El equipo de Julio Falcioni consiguió el primer campeonato en sus 113 años de historia con doce victorias y cinco empates en las 19 jornadas del certamen, conquista que fue celebrada por unos 5.000 aficionados en la Bombonera' y millares en las calles de la localidad de Banfield.
Con los estandartes del goleador uruguayo Santiago Silva y su socio y compatriota Sebastián Fernández, del colombiano James Rodríguez, el futbolista extranjero más joven (18 años) en debutar en un equipo argentino, del creativo Walter Erviti y del arquero menos vencido del torneo, Cristian Luchetti, conquistó el título con dos puntos de ventaja sobre Newell s que dejó pasar su gran oportunidad al perder de local en Rosario ante San Lorenzo por 2 a 0.
Una vez terminado el encuentro en el mítico estadio boquense, Banfield se retiró del campo sin dar la vuelta olímpica, como lo había solicitado su entrenador, "por respeto" a los rivales.
El equipo de Alfio Basile, que llegaba a este encuentro con dos derrotas y un empate recientes, se puso en ventaja en el marcador tras una falta del lateral Julio Barraza contra Nico Gaitán y con el tanto de penal de Martín Palermo (m.7), quien rompió una sequía goleadora de 750 minutos.
El impacto quedó atenuado en el Banfield casi de inmediato, cuando sus simpatizantes celebraron en la tribuna un tanto de San Lorenzo en Rosario, frente a Newell's, cuyo arquero Peratta había parado un penal al azulgrana Kily González segundos antes.
Banfield se adueñó del balón, controló el juego y llegó de manera permanente a las cercanías del área boquense, pero su goleador, el uruguayo Silva, era neutralizado por sus marcadores y también por el adelantamiento sistemático de la defensa local que le dejaba fuera de juego.
Tras varios intentos fallidos y en la jugada más clara de ataque del conjunto que dirige Julio Falcioni en la primera parte, Silva asistió de cabeza al también uruguayo Sebastian Fernández a los 45 minutos y el remate de éste resultó apenas desviado.
Un Boca tibio y por momentos apático poco hacía para inquietar a su rival, que salió dispuesto en el segundo tiempo a buscar el empate con pelotazos largos y altos con el propósito de descompensar a una defensa que durante todo el torneo tuvo problemas con el juego aéreo.
Pero Banfield en su afán por conseguir la igualdad se distrajo a los 59 minutos, no alcanzó a bloquear una aislada reacción boquense y Palermo anotó el segundo, que dejaba a su rival del todo pendiente de lo que ocurría en Rosario.
Aunque pocos minutos más tarde otra buena noticia llegaba a sus jugadores a través del griterío de su público, que festejaba el segundo tanto marcado por San Lorenzo a poco más de 300 kilómetros de distancia, que terminaba con las mínimas posibilidades que le quedaban a Newell's.
El estadio del club fundado por inmigrantes británicos en el siglo XIX se llenó de gente antes de que terminara el partido, a la espera de que llegaran sus jugadores, cuyos nombres quedarán inscriptos en la página más gloriosa de la historia del club.