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Departamento de Trabajo informó

Inflación se mantiene moderada en EE.UU.

Inflación se mantiene moderada en EE.UU.

jueves 17 de diciembre de 2009, 04:28h

Los precios aumentaron en Estados Unidos en noviembre, tanto a nivel de productores como de consumidores, mientras la Reserva Federal mantiene su extraordinariamente generosa política monetaria para estimular el crédito.

El Departamento de Trabajo informó hoy que el mes pasado el índice de precios de consumo (IPC) subió un 0,4 por ciento, una décima más que el aumento de octubre. En un año en el que el IPC ha subido un 1,8 por ciento.

Si se excluyen los precios más volátiles de alimentos y energía, el IPC no tuvo cambios en noviembre después de 10 meses consecutivos de incremento. La inflación subyacente en un año ha sido del 1,7 por ciento para los consumidores.

Ayer el Gobierno informó que el índice de precios de productor (IPP) había subido un 1,8 por ciento en noviembre, esto es un punto y medio más que el incremento de octubre. En un año en el que el IPP ha subido un 2,4 por ciento.

Los mercados de valores, que habían reaccionado con cautela y bajas de precios tras el informe sobre inflación, recuperaron el equilibrio después de que el Departamento de Comercio diera cuenta de un aumento del 8,9 por ciento en el ritmo de construcción de casas nuevas en noviembre, que llevó la tasa anualizada a 574.000 unidades.

Entre un informe de inflación todavía moderada y otro que se suma a los indicios de reactivación económica a dos años de iniciada la recesión, los inversionistas aguardan que, al término de su reunión de dos días, la Reserva Federal mantenga hoy las tasas de interés en menos del 0,25 por ciento.

El aumento del IPC en noviembre respondió, principalmente, al incremento del 4,1 por ciento en los precios de la energía, el cuarto incremento mensual consecutivo y el mayor desde agosto.

Los aumentos de precios fueron notables en todo el sector de energía: un 9 por ciento de incremento en los precios del combustible para calefacción, un 6,4 por ciento en los precios de la gasolina, y aumentos menores en los precios del gas natural y la electricidad.

Pero los datos no muestran, todavía, el comienzo de una presión inflacionaria ya que los precios, excluidos alimentos y energía, se mantuvieron sin cambios el mes pasado lo cual indica que la actividad económica sigue siendo floja.

El Departamento de Trabajo emplea un dato, el equivalente de alquiler para propietarios, como indicador de alquiler, que es el componente individual más grande en el IPC.

Este indicador ha bajado un 1,1 por ciento de septiembre a noviembre, la primera disminución de tal magnitud en casi tres décadas.

Otro informe del Departamento de Trabajo mostró hoy que las remuneraciones semanales promedio, ajustadas por inflación, subieron solo un 0,1 por ciento en noviembre. Desde que alcanzaron una cima en diciembre del año pasado las remuneraciones promedio ajustadas por inflación han caído un 1,7 por ciento.

Tomando en cuenta estas condiciones, y con un exceso de capacidad industrial no utilizada y de mano de obra desempleada, es probable que la Reserva Federal tenga margen para seguir con su política monetaria generosa por un período prolongado.

En otro informe, el Departamento de Comercio señaló que el déficit por cuenta corriente de Estados Unidos subió a 108.000 millones de dólares en el tercer trimestre, esto es el 3 por ciento del producto interior bruto.

Aún así el déficit por cuenta corriente está lejos del 6,5 por ciento del PIB que alcanzó en el cuarto trimestre de 2005. En el segundo trimestre el déficit por cuenta corriente equivalía al 2,8 por ciento del producto interior bruto.

El incremento en el déficit para el período julio a septiembre se debió, principalmente, a la subida del déficit del comercio de bienes.

La cuenta corriente mide el intercambio de bienes y servicios, pagos de transferencias e ingresos por inversiones. Un déficit señala que un país está enviando al exterior más dinero que el que ahorra dentro de fronteras.

Si bien el déficit se ha reducido durante el último año, en la medida en que la recesión económica recortó las compras estadounidenses de bienes extranjeros, el informe de hoy apunta a una terminación de esa tendencia.
 

 

 

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