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Moratinos se queda; Solana se va

Moratinos se queda; Solana se va

jueves 17 de diciembre de 2009, 14:44h
El ministro de Exteriores, Moratinos, hizo una buena gestión en 2009: era el pórtico de la presidencia española de la UE. Pero la principal baza española en Europa, Javier Solana, se marchaba…hacia la vida privada

Miguel Ángel Moratinos, el ministro de Exteriores español que más ha durado en el cargo desde el inicio de la democracia, es persona controvertida, aunque, a la larga, su gestión no puede ser sino elogiada. Y ello, pese a todo: ha superado la crisis con los Estados Unidos, las relaciones con toda Europa son excelentes, con Marruecos parecen haber desaparecido las peores aristas, se han dinamizado los contactos con América Latina –con escollos tan difíciles de salvar como Cristina Kirchner y Hugo Chávez— e incluso se ha intentado ejercer, sin demasiado relieve, un papel mediador en Oriente Medio.

Un balance bastante bueno, salvadas cosas como algún viaje quizá no del todo redondo a Guinea Ecuatorial o a Cuba, donde la oposición pide al Gobierno socialista más rigor en sus exigencias democráticas. Ya sabemos que el verdadero responsable de la política exterior es siempre el jefe del Gobierno –para lo malo y para lo bueno--, pero lo menos que puede decirse de Moratinos es que ha desempeñado con dignidad y con sabiduría técnica el papel que Zapatero le ha encomendado, y que hasta aguantó la ‘boutade’ de su jefe político, que le intentó convertir, sin posibilidad alguna, en ministro de Asuntos Exteriores de Europa.

Quién sabe cuál será el futuro de Moratinos tras la presidencia española de la UE, cuando esta acabe allá en junio de 2010. ¿Será cierto que el hoy jefe de la diplomacia quiere convertirse en alcalde de Córdoba, la circunscripción por la que es diputado? Puede que aún sea pronto para responder a eso.

Quien sí quiso convertirse en candidato a la alcaldía de Madrid, aunque de esto hace ya cinco años, fue Javier Solana, que ejerció largamente como ‘mister PESC’, el encargado de la política exterior comunitaria. El Tratado de Lisboa acabó con su carrera europea, como ya estaba, por otra parte, largamente previsto.

Lo que no resultaba tan previsible es que, tras casi treinta años en el coche oficial, con un impresionante bagage de conocimiento y de relaciones, Solana no haya sido repescado para alguna tarea en la vida pública. Parece claro que sus relaciones con Zapatero, que desestimó su oferta para enfrentarse con Ruiz Gallardón por el sillón municipal de la capital, son claramente mejorables. Así que Javier Solana, militante de la primera hora en el PSOE, que ha pasado, antes que por Europa, por tres ministerios, ha tenido que decantarse por una sustanciosa oferta privada, en Acciona. 

Por tanto, las vidas de Moratinos y de Solana, dos personajes que han estado muy en el candelero en 2009, no han sido tan paralelas, al fin y al cabo, en este 2009. Ambos se han ocupado, sin demasiadas estridencias, de asuntos exteriores, aunque a distinto nivel. Pero, ahora, sus caminos son irreversiblemente divergentes.
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