La suerte, con mayúsculas, ha ido a parar al conocido grupo de agencias de Viajes Marsans. La empresa compró para vender entre sus trabajadores el número 78.294, agraciado con el Gordo del Sorteo de Navidad.
En Madrid, prácticamente todos los empleados de las agencias de viajes llevaban algún décimo o participación. Tal es el caso de
Diego Magariños,
Alberto y
María, tres jóvenes 'treinteañeros' de una agencia del distrito de Vallecas que han compartido la suerte y se han repartido los trescientos mil euros de un décimo del primer premio navideño. Ninguno de ellos termina de creérselo, al igual que el resto de sus compañeros de trabajo que también tenían décimos. Se da la circunstancia de que a algunos de ellos les finalizaba el contrato a finales de este mes de diciembre y su vida laboral pendía de un hilo. Ahora al menos están más tranquilos.
“No es que nos vaya a retirar de trabajar, pero el premio es un buen pellizco y vamos a poder pasar unas Navidades increíbles”, confesaba Diego con la lógica alegría, mientras lo celebraba con sus amigos en un bar cercano a la agencia, que cerró más pronto que ningún otro día sus puertas.
Pero la euforia también la compartía el dueño del bar donde habitualmente toman café o comparten cañas los trabajadores de la agencia ya que unos días antes los tres jóvenes le había preguntado si quería alguna participación y ahora puede celebrar con ellos la fortuna de llevarse nada menos que trescientos mil euros del décimo agraciado.
Nos cuentan que este premio ha hecho especial ilusión entre los afortunados, ya que los trabajadores de Marsans estaban muy amenazados, como otros tantos españoles, por la crisis económica en el sector y temían por sus empleos de cara a 2010. Ahora comenzarán el año con una sonrisa.
La agencia de viajes del Congreso se quedó sin el Gordo
Y sin embargo, con los dientes largos se han quedado los empleados de la agencia de Viajes Marsans de la oficina del Congreso de los Diputados que se han quedado sin ver ni un euro del Gordo de Navidad con el que han sido agraciados, en cambio, sus compañeros del resto de las oficinas abiertas en Madrid.
La explicación es muy sencilla. El mágico número 78.294 solo había sido distribuido entre los trabajadores del área de tiendas de Madrid, pero no en las de área de empresas, como es la oficina que trabaja para el Congreso, en donde la noticia se la han tomado con ‘envidia sana’. ¡Otra vez será!