Al publicarse dichos resultados, el presidente, Álvaro Uribe, desautorizó cualquier instigación a una guerra con Venezuela y subrayó que "solo hay que expresar afecto" al pueblo de ese país vecino.
"El presidente de la República desautoriza cualquier mención que signifique ánimo retaliatorio o ánimo de guerra internacional. Este país no lo permite. Nosotros, el único objetivo que tenemos es derrotar un problema interno de terroristas", afirmó Uribe, y agregó: "mientras yo sea presidente el país no puede tener, no puede tener ni una estrategia, ni un discurso de agresión internacional".
El gobernante insistió, sin aludir al presidente venezolano Hugo Chávez, en que: "nuestro mensaje tiene que ser ahora de afecto al hermano pueblo de Venezuela".
El pasado lunes de diciembre, Chávez señaló en un acto militar que "la guerra verbal" comenzó hace unos días, cuando portavoces del Gobierno colombiano volvieron a acusar a Venezuela de tener campamentos guerrilleros y proteger a líderes de la guerrilla.
"De tanto repetirlo hay gente que se lo cree, con ello preparan lo que llaman 'un falso positivo', para lanzar un ataque sobre territorio venezolano simulando la existencia de un campamento guerrillero", aseguró el presidente venezolano.
En Colombia un portavoz del partido Conservador, el senador Jorge Hernando Pedraza, dijo que "cuando la luna cambia, los locos se deschavetan más", al referirse a las últimas andanadas verbales de Chávez contra el Gobierno de Colombia.
Pedraza remarco que Colombia y Venezuela son dos pueblos hermanos "no se puede dar juego a una locura de esas".
Chávez insistió que es "absolutamente falso" que haya líderes o campamentos guerrilleros en Venezuela como denunció el pasado 15 de diciembre el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
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