Polémica sin precedentes en el sector español de la televisión. Desde que comenzara el 1 de enero la TVE sin publicidad, algo tan novedoso y llamativo, los shares de audiencia han sido
arrolladoramente triunfalistas para
La1, ya que están registrando porcentajes aún mayores que los globales de 2009, año en el que de nuevo fue la cadena líder del panorama nacional. Hablamos de porcentajes superiores al 20%, sobre todo en los días festivos. Esto, claro, gracias a que sus películas y otros espacios atractivos para la audiencia se emiten sin cortes publicitarios, siempre un aliciente para los espectadores y amantes del buen cine.
Un ejemplo: el miércoles, día de Reyes,
La1 fue seguida por un 23% de la audiencia, mientras que la siguiente fue
Antena3 con un alejado 16%. La noche del día 5 de enero, previa a la festividad de los Reyes Magos, más de lo mismo:
La1 generó un 18% de share mientras que
Telecinco se quedó en un 13,8%.
Por esa razón ya hay voces que están comentando, quizás con algo de mala intención, que la verdadera competencia desleal ha comenzado ahora, y no cuando la televisión pública, además de financiarse con el dinero de las arcas del Estado, competía en el mercado de la publicidad. Ahora, aunque toda la tarta de la publicidad queda para las privadas, los espacios de estas últimas han perdido calidad porque necesitan emitir anuncios, y los espectadores están prefiriendo los de
La1 y
La2, que se emiten íntegramente sin publicidad.
Y otras críticas que hemos podido recoger no dejan escapar la ocasión para recordar que, mientras que TVE está emitiendo películas extranjeras de éxito y llevándose el primer puesto en los
shares, las privadas han apostado por el cine español. Una interesante contradicción...