El ‘minimoto’ Conthe

Se esperaba un terremoto de escala 6 en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, pero la comparecencia de Manuel Conthe se ha quedado en un ‘minimoto’ de escasa categoría, en un mero ajuste de cuentas, no con su amigo el vicepresidente Pedro Solbes (a quien, sin embargo, deja ‘tocado’, muy a su pesar), no con el Gobierno (¿Montilla?, ¿Clos?...), pero sí con Miguel Sebastián, ex director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, y su sucesor, David Taguas; con el aún vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, y con el Grupo PRISA. “Mis palabras defraudarán a quien espere ira”, dijo Conthe al inicio de su esperada comparecencia. Y no mintió, porque Conthe no ha sido especialmente claro –qué duda cabe que sabe mucho y que tiene mucho que contar- en explicar las razones por las que la esperpéntica OPA sobre Endesa se ha saldado con la división de la compañía.

De Conthe se esperaba que dijera en sede parlamentaria por qué dimitía en realidad. Es decir, se quería oír de sus propios labios -para que constara en acta - que arrojaba la toalla porque el Gobierno de Rodríguez Zapatero había hecho “tongo, trampa, dopaje” (en palabras del nacionalista catalán Josep Sánchez Llibre) con el asunto de Endesa para dársela finalmente a Enel y Acciona en contra de E.ON. Se esperaba que dijera que a él mismo, o al Consejo de la CNMV, el Gobierno le había presionado para favorecer, primero, a Gas Natural y cuando fracasó esa opción, a intereses italianos perjudicando a los alemanes de E.ON. Pero sus palabras no han sido tan claras como la mayoría de los grupos –no el socialista, naturalmente- hubieran deseado. Así que en muchos aspectos Conthe nos ha dejado a todos abocados a la libre interpretación.

De sus labios sí se ha escuchado que se va, efectivamente, porque el Consejo de la CNMV rechazó sancionar a Enel y Acciona por anunciar su OPA cuando aún no había finalizado el plazo de aceptación de la oferta de E.ON y después de que el regulador le hubiera advertido al respecto. Ahora bien, si el Consejo le tiró abajo la sanción fue después de una votación. ¿Influyó alguien en Arenillas y el resto de los consejeros que se negaron a expedientar a Enel y Acciona, beneficiándolos así en contra de la alemana E.ON? Conthe no fue claro en su respuesta, y no lo fue porque ha afirmado taxativamente que el Gobierno nunca le ha presionado en este tema, si bien podría entenderse que Arenillas –su segundo en la CNMV- no es “independiente” del Ejecutivo.

Ese ‘no ser independiente’ sólo es interpretable con que, efectivamente, ha existido una dependencia, una presión sobre Arenillas, una presión que, para Conthe, se ha materializado a través de los ya comentados Miguel Sebastián –hoy candidato a la Alcaldía de Madrid- y David Tagua –nuevo gurú económico de Rodríguez Zapatero en sustitución de Sebastián-, y, sobre todo, de las presiones del diario “El País”, al que llegó a citar por su nombre en algún momento concreto.

Conthe ha resultado finalmente, pues, un ‘minimoto’ que ha querido salvar la honra propia señalando, pero sin decirlo expresamente, que sí, que el Gobierno ha maniobrado para perjudicar a E.ON y beneficiar a los italianos de Enel en el reparto de los restos de Endesa. Que sí, que habría que levantar muchas alfombras en las que se encontrarían los rastros de un formidable ‘tongo’. Y que sí, que la CNMV no funciona porque el organismo regulador está precisado de mejor regulación. Pero que no le toquen a su amigo Solbes, porque el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía no ha tenido nada que ver con el desaguisado. No ha servido de nada, porque, por ejemplo, el canario Mardones –sin hablar ya del PP- ha pedido la cabeza de Pedro Solbes.

Conthe ha defraudado, pero, habría que preguntarse por qué el PP ha estado ‘suavecito’ en la Comisión.