Sudeban explicó que tomó la decisión para "velar por la salud y la estabilidad del sistema financiero nacional y por la protección de los derechos y los ahorros de todos los ciudadanos".
La intervención a "puerta cerrada" significa que esas entidades financieras no prestarán servicio a sus clientes mientras las autoridades fiscalizadoras no lo consideren oportuno.
La nota de Sudeban precisó que Mi Casa tiene 162.266 depositantes, de los que el 98,45 por ciento tiene asegurado su dinero a través del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade).
También dijo que el Banco Del Sol cuenta con 1.498 depositantes, de los que el 97,91 tiene garantizado sus depósitos por el Fogade y que InverUnion posee 1.686 clientes de los que el 95,31 por ciento también tiene dichas garantías.
Las intervenciones pueden concluir con la reapertura de los bancos una vez saneados y eventualmente en nuevas manos o con su cierre definitivo, si la situación de insolvencia es insuperable.
Las autoridades financieras venezolanas intervinieron ocho pequeñas entidades bancarias en noviembre de 2009, de las que tres de ellas reabrieron sus puertas un mes más tarde.
Analistas económicos calcularon que todas las entidades intervenidas no representaban el 10 por ciento del mercado bancario nacional.
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