Los 67 años

   Ciertamente, pocos podrán quedar indiferentes ante el nuevo dato normativo que anuncia el Gobierno y por cuya virtud en los próximos años y en circunstancias normales entrará en vigor la norma de no poderse jubilar antes de los 67 años. Es decir, se prolongará en dos años más la actual edad de jubilación. Hay que poner énfasis en dos circunstancias más: la norma no entra en vigor inmediatamente, ni de una sola vez. Será aplicable para los nacidos desde 1959 y entrará en vigor de dos en dos meses cada año...

   Pero es evidente el propósito de la decisión del Gobierno, que a unos complaces y a otros desagrada vivamente. Muchos ciudadanos vienen pensando en la edad dorada de la jubilación y en los viajes del Imserso, tal vez, desde hace años, soñando con el momento en el que no se verán forzados por la dictadura del despertador y del jefe más o menos capaz. Para esta porción de ciudadanos, es una pésima noticia, no cabe duda, porque el espejismo de una jubilación feliz se aleja un par de años más. En cambio, muchos otros habrán llegado a las mismas reflexiones que fuerzan al Gobierno a adoptar esta medida: la Seguridad Social, sobre todo por razón de la crisis, roza la quiebra, y está muy necesitada de reformas urgentes que aplaquen esa sequía de fondos propios, después de que, durante los años anteriores, se hubiera informado profusamente del incremento constante de los recursos acumulados año tras año. Pero ya no da más de sí, y si es deseable, que lo es, que los ciudadanos de las generaciones siguientes puedan seguir disponiendo de pensiones públicas, no hay más remedio que "aplicarse" un poco más", es decir, seguir trabajando más allá de lo que se pensaba....

   Para algunos, la decisión del Gobierno no es otra cosa que "una nueva improvisación", exenta de estudios y análisis previos suficientes, y sólo una demostración más de que la crisis y sus efectos nocivos son, y seguirán siendo, compañeros inevitables del presente y de los años venideros. Ciertamente, es discutible que, de no haber sido por la crisis, la decisión se hubiera adoptado y anunciado con tanta presteza. Pero más bien pronto que tarde, dicen los expertos, que habría tenido que decidirse en ese mismo sentido, como lo están haciendo muchos otros países de nuestra zona, como Alemania.

   En todo caso, lo que resulta inadmisible es que, en estas circunstancias, puedan producirse episodios como el de las jubilaciones anticipadas del tipo de la llevada a cabo en RTVE hace un par de años y que "puso en la calle" -con salarios casi íntegros- a varios millares de trabajadores que apenas habían cumplido el medio siglo. Es decir, que pudieran haber tenido por delante década y media más para añadir productividad a la empresa española.