"Hay que cambiar el adagio 'si quieres la paz, prepara la guerra' por 'si quieres la paz, prepara la paz", afirmó el lehendakari, Juan José Ibarretxe, al leer a mediodía la declaración 'Gernika por la paz', ante supervivientes del ataque de la 'Legión Cóndor' y de representantes de otras ciudades, víctimas de grandes bombardeos en la Segunda Guerra Mundial.
Entre ellos, se encontraban emisarios de Hiroshima (Japón), Volgogrado (antigua Stalingrado, Rusia), Pforzheim (Alemania) y Varsovia (Polonia), así como de Auschwitz (Polonia), otro símbolo de la barbarie nazi. Gernika, que quedó destruída en sus tres cuartas partes, "es un espejo en el que hoy se retratan los bombardeos de injusticias que lo recorren y nos permite ejercitar la empatía con las 30 guerras abiertas, todavía hoy, en nuestro planeta", leyó Ibarretxe.
El premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, recibió en este 70 aniversario el Premio Internacional de Gernika por la Paz y la Reconciliación. Pérez Esquivel aprovechó el momento para hacer un llamamiento al Gobierno para que "continúe a pesar de todo buscando los caminos de la paz" con ETA.
Tras saludar a un grupo de supervivientes, Ibarretxe y el alcalde de Guernica, Miguel Ángel Aranaz, inauguraron por la mañana una exposición sobre el bombardeo de Guernica, convertido en símbolo universal de la barbarie por el famoso cuadro de Picasso, pintado en 1937.
El homenaje a las víctimas del bombardeo continuó con una ofrenda floral en su memoria a las 16H30, la hora a la que, hace 70 años, los aviones Junkers y Heinkel alemanes comenzaron a dejar caer más de 30 toneladas de bombas, la mayoría incendiarias, antes ametrallar a los habitantes que huían de los incendios. Setenta años después, algunas heridas siguen abiertas. El gobierno vasco llamó el martes al Gobierno central a "pedir perdón por los crímenes cometidos en nombre de España".
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