Diputada por Sevilla en el Congreso, ex senadora, la primera ministra mujer en la democracia española y ex alcaldesa de Sevilla entre 1995 y 1999, Soledad Becerril Bustamante, afirma que la principal diferencia entre el Ayuntamiento que ella presidió y el actual que dirige Alfredo Sánchez Monteseirín, es que "nosotros respetábamos la legalidad y apenas pisamos los Juzgados" y ahora raro es el día en el que alguien de la Corporación o cercano a ella no tiene que ir a declarar por algún asunto.
En los ya clásicos "Aperitivos de La Raza", donde ya han estado anteriores alcaldes de Sevilla como Manuel del Valle y Luis Uruñuela, Soledada Becerril hizo un recorrido pormenorizado sobre su gobierno de coalición con el Partido Andalucista en los útimos cuatro años del siglo XX, haciendo hincapié en que el principal trabajo de un Ayuntamiento "no es crear empleo, sino propiciar las condiciones en la ciudad para que éste se cree" y "prestar los servicios públicos que exigen los ciudadanos". Tras dejar claro que, pese a que el PP sacó mayoría en las elecciones municipales de 1999, no pudo gobernar reeditando la coalición "porque el PA pidió unas concejalías que eran claves para la ciudad (Urbanismo) y yo, como alcaldesa, me negué en redondo", Soledada Becerril dijo que su principal deseo incumplido en aquella etapa fue "no haber comenzado el Metro, pero entonces la Junta no quería saber nada de él -reconoció que el entonces consejero de Obras Públicas, Francisco Vallejo tardó siete meses en recibirla- ni tampoco nuestros coaoigados del PA" y añadió que su proyecto de Metropolitano no coincidía con lo que se ha hecho hasta ahora porque "tendría que haber conectado con un lugar más cercano al centro de la ciudad, aunque no hubiese sido por la Avenida". Reconoció que las relaciones entre Gobierno y oposición eran entonces mucho más afables que las actuales, recordando su buena sintonía con el socialista José Rodríguez de la Borbolla o con los representantes de Izquierda Unida como Rosa Bendala o Luis Pizarro.
Citó cuatro ejemplos de lo que no tendría nunca que haberse hecho en la ciudad como son la Torre Pelli, la Biblioteca del Prado o las Setas de la Encarnación, "porque son obras que no guardan ni la proporción, ni la sencillez ni van con el entorno", aunque dijo que no era partidaria de derruirlas una vez comenzadas "ya que se han hecho con el dinero de los ciudadanos y, aunque haya alguna ministra que diga que ese dinero no es de nadie, sí que lo es y las administraciones públicas tienen que responder del mismo".
Fiel a su pasado liberal, Soledad Becerril defendió una reforma de la ley electoral , las listas abiertas y que gobierne la lista más votada "porque el sistema que tenemos fue válido en su día, pero es necesario modificarlo para evitar que se produzcan hchos como el de Sevilla donde un partido que obtuvo poco más de veinticinco mil votos (IU) sea quien gobierne la ciudad".
Por último se mostró confiada en que el candidato de su partido a la Alcaldía, Juan Ignacio Zoido, consiga vencer por mayoría absoluta en las municipales de 2011 y dejó claro que su futuro no pasa ya por volver a la política municipal.
Si (
No(
