Entre las alternativas que se examinan están Internet y la venta de programas informativos y recreativos, además de las telenovelas, "a otros canales internacionales".
"La idea es no rendirse", manifestó Bergami, quien agregó que se buscan "opciones de volver a salir", al tiempo que "se presiona a nivel nacional e internacional" para hacer valer los derechos de Radio Caracas Televisión Internacional.
"Estamos evaluando muchas opciones para continuar en Venezuela (...) seguir luchando para que haya una ventana" para expresarse, comentó la gerente del canal que fue sacado de la programación por cable el 24 enero, en medio de protestas dentro y fuera del país.
RCTV I emitía por el sistema de televisión por suscripción desde julio de 2007, después de que el canal RCTV se viera obligado a apagar su señal en abierto el 27 de mayo de aquel año al serle negada por el Gobierno del presidente Hugo Chávez la renovación de la concesión de frecuencia estatal que tenía desde hacía décadas.
Precisó que la empresa, con 1.500 empleados, sigue con su producción y continúa emitiendo por suscripción en diversos países del Caribe, en Puerto Rico y partes de Colombia y de Perú.
Su noticiero "El Observador" se puede ver en la señal del canal colombiano Caracol Internacional, que a su vez emite por suscripción en Venezuela.
RCTV I tenía planes para ampliar su presencia al resto de América Latina y también Estados Unidos, indicó Bergami.
"Todos los días estamos trabajando, los estudios están trabajando. Únicamente, por primera vez en 20 años, no trabajamos el lunes y martes de Carnaval", comentó.
Señaló que los responsables del canal no esperaban lo que ocurrió el pasado 24 de enero.
"Asusta la manera en que fue llevado a cabo. Utilizaron a empresas privadas para ejecutar la violación de derechos humanos de otros, al más puro estilo estalinista", dijo Bergami.
La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) consideró que RCTV I, a la que clasificó como canal "nacional", no cumplía con la ley audiovisual venezolana, que incluye emitir las cadenas presidenciales, e instó a las compañías de suscripción a retirarla de su programación si no querían ser a su vez infractoras.
Respecto a los recursos presentados por el canal ante el Tribunal Supremo, Bergami dijo que ninguno ha tenido respuesta.
Sobre la posibilidad de plegarse al criterio de Conatel relativo a la condición de "nacional", la gerente general dijo que "cabría" esa opción "si el modelo de negocio fuera viable".
"Mejor tener unas horas de información que ninguna", manifestó, pero añadió que a un canal por suscripción de "producción nacional" solo se le permitiría un corte comercial por programa, lo que no deben cumplir los canales en abierto ni el resto de los de cable "internacionales".
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