La tarea pendiente de la Asamblea
lunes 08 de marzo de 2010, 17:12h
Esta semana se reanudan las labores legislativas tras la vacancia acogida después de los primeros seis meses de sesiones. Hay una abultada agenda
y deudas pendientes de la Asamblea Nacional con la sociedad.
El mecanismo aprobado para que la Legislatura ejerza una de las tareas esenciales en un sistema democrático, la fiscalización, ha mostrado sus debilidades y ha fallado. Todo conduce a pensar que la correlación de fuerzas con un fuerte oficialista bloquea la sana fiscalización.
El caso del juicio político al Fiscal General, el archivo del tema de los helicópteros y hasta 800 peticiones de documentación tramitadas por los legisladores dan cuenta de la impotencia de la Asamblea. Para muestra, la Contraloría envió un camión con 200 000 documentos solicitados.
En materia legal, la Asamblea también tiene cuentas que rendir al país. Debía aprobar -de acuerdo a las disposiciones transitorias- una serie de leyes esenciales. Ocurrió que durante el funcionamiento del ‘Congresillo’ se priorizaron temas de la agenda coyuntural de interés del Ejecutivo. Además, la interpretación del plazo fatal que marcaba el Régimen de Transición se salió de la norma constitucional. Quedan leyes fundamentales por tratar y resolver, entre ellas las de Aguas, de Comunicación, de Educación y de Descentralización, entre otras tantas.
El poder Legislativo ha tenido dificultades en tramitar a un ritmo adecuado la legislación con la cual se comprometió.
Pero de todas las deudas hay una mayor: en una democracia que se respete, la independencia de poderes del Estado es vital. En el Ecuador la sensación es que la Asamblea es un poder subordinado del Ejecutivo.