Los hallazgos se registraron en la zona rural boscosa de Argelia, localidad en el departamento de Antioquia, y el casco urbano de Palmira, municipio en la región del Valle del Cauca, precisaron por separado los responsables de las operaciones.
En el primer caso, un grupo de caballería mecanizada de la Cuarta Brigada del Ejército, con sede en Medellín, la capital de Antioquia, descubrió tres escondites con 1,5 toneladas de R1, explosivo de alto poder.
La acción fue realizada en conjunto con funcionarios de la fiscalía, agregó la unidad militar en un comunicado, e indicó que "según informaciones este material iba a ser utilizado en la fabricación de más de 10.000 minas antipersona".
La fuente dijo que el explosivo pertenecía al noveno frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los otros 790 kilos fueron encontrados en un domicilio urbano de Palmira, población cercana a Cali, la capital del Valle del Cauca.
El coronel Fernando Ortiz, comandante del Batallón Codazzi, acantonado allí, dijo, en diálogo telefónico con Efe, que en el lugar estaban almacenados 400 kilos de anfo y otros 390 de nitrato de amonio.
Los explosivos pertenecían a las milicias de la Compañía "Alonso Cortés" de las FARC, aseguró el oficial, quien indicó que unos documentos y materiales hallados allí sugieren que los insurgentes planeaban ataques contra instalaciones policiales locales.
"Se encontraron seis cilindros (de gas doméstico) listos para ser lanzados desde rampas, lo mismo que fotografías del distrito policial y unos planos urbanos en los que se hace énfasis sobre estas instalaciones de la policía", explicó Ortiz.
Las operaciones no dejaron detenidos.
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