Los trabajos previos de desmantelamiento siguen los plazos previstos

Cuando se ha cumplido un año del cierre de esta planta, la más antigua del país, todo el proceso previo al desmantelamiento de la planta se desarrolla "satisfactoriamente" y según los plazos previstos. Así lo explicó el director de la central nuclear de Zorita (Guadalajara), Pablo Díez, quien manfiestó que transcurrido un año del cierre de la central, que cesó en su actividad el 30 de abril de 2006, se ha estado trabajando junto con la Empresa Nacional de Residuos Rediactivos (ENRESA) en las actividades previas al desmantelamiento de la planta, que comenzará en abril de 2009.

Díez declaró que "básicamente se están cumpliendo todos los programas contemplados para este periodo" y explicó que, aunque la mentalidad respecto a las medidas de seguridad en la planta "no se ha perdido, es distinto trabajar con un centro de generación apagado que en uno en producción". Explicó que durante este año se ha acometido la descontaminación del circuito primario, que concluirá en julio y que "ha sido un reto muy importante", así como la caracterización o inventario actualizado de la central, que ha consistido en la elaboración de un balance radioquímico de la planta.

También ha comenzado la construcción del almacén temporal individualizado (ATI) en la central de Zorita, donde se guardará el combustible gastado que ahora se almacena en la piscina.

Pablo Díez expicó que en la central se lleva también a cabo un programa de seguimiento diario de las distintas actuaciones previstas y apuntó que ya se trabaja en las actividades previas a la primera carga del contenedor para su traslado al almacén temporal, que se llevará a cabo aproximadamente hacia finales de año.

Respecto a la repercusión laboral del cierre de la central, Díez, indicó que se ha reducido la plantilla en cuarenta personas al margen de prejubilaciones, si bien se mantienen las misma contratas que cuando la central estaba en producción.

Según Gabriel Ángel Ruiz, alcalde de Almonacid de Zorita, término municpal donde se encuentra la central José Cabrera, en la comarca no se ha notado de manera especial el cierre de la planta, "aunque el día a día ha cambiado·", dijo.

La central nuclear, con una potencia instalada de 160 megavatios, cesó en su actividad de generación de energía el 30 de abril de 2006, tras 38 años de funcionamiento. Para paliar el efecto que su cierre tendrá en la comarca, está en marcha un plan de desarrollo para la zona al que el Gobierno de Castilla-la Mancha aportará 20 millones de euros en los próximos diez años.