El imán de Estrecho justifica que el corán hallado en Leganés era de su Mezquita

El imán de la Mezquita de Estrecho , Riah Tatari, concretó hoy ante el tribunal del 11-M que los fieles del recinto religioso tienen total libertad para utilizar los ejemplares del corán disponibles en el centro, incluso para llevárselos a su casa. La policía localizó en los escombros de la vivienda de Leganés uno de estos libros procedente de la mencionada mezquita. "Los coranes están puestos para consulta y cualquiera puede llevárselos", dijo.

El testigo recordó que varios de los implicados en la causa, entre los que se encontraba el suicida Serhane Ben Abdelmahid Fakhet, alias "Serhane El Tunecino". Además los acusados Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio", Basel Ghalyoun, Fouat El Morabit, Mouhannah y Moutaz Almallah Dabbas solían frecuentar la Mezquita. No obstante dijo no recordar si tenían relación entre ellas.

Por otra parte, la madre de Jamal Zougam Aicha Achab confirma la declaración de su hijo relativa a que durmió en su casa la noche del 10 al 11 de marzo de 2004 y no despertó hasta pasadas las diez de la mañana. "Me duele mucho, durmió delante mía y después han dicho muchas cosas de él ", ha dicho la testigo.

La mañana del día 11, según la testigo, "se levantó sobre las diez y cuarto estuvo conmigo desayunando y viendo la televisión". Explicó que a las once y cuarto llamó a su hermano para preguntarle por la situación del tráfico y se fue al trabajo. Dijo también que la noche del día 11 también acudió al gimnasio como era su costumbre.

Achab ha destacado a preguntas de Abascal que durante el registro de su domicilio previo a la detención de Zougam le fue incautada una cantidad de dinero de su propiedad, procedente de lo que aportaban todos sus hijos para la casa. A pesar de que el juez Juan del Olmo anunció recientemente que le iba a ser devuelto, ha agregado, aún no ha recuperado el dinero.

La madre de Zougam ha destacado que su hijo no pertenece a ninguna corriente de tipo radical islámico. El acusado siguió su declaración con emoción y la saludó cariñosamente al término besándola desde el interior del habitáculo desde el que sigue el juicio.

El carrete desaparecido
El miembro de la Brigada Provincial de Policía Científica encargado en la madrugada del 11 al 12 de marzo de 2004 de realizar el reportaje fotográfico de la mochila con un artefacto que se localizó en la comisaría del distrito madrileño de Vallecas y que se desactivó en el Parque Azorín ha indicado ante el tribunal del 11-M que el carrete con las fotografías de la bomba "desapareció".

El testigo ha explicado, a preguntas del letrado Juan Carlos Rodriguez Segura, que representa a una de las acusaciones particulares, que recibió una llamada urgente cuando se encontraba en el IFEMA para que se dirigiera al Parque Azorín ya que los TEDAX necesitaban un reportaje fotográfico. A su llegada, la bomba localizada no había sido aún desactivada con lo cual se negó a realizar instantáneas alegando que el artefacto podía activarse al detectar la luz del flash.

Por ello, entregó la cámara, una Nikon Reflex, a uno de los artificieros para que se acercara con la cámara e hiciera las fotos. "Vimos el destelló a lo lejos", ha indicado. Una vez desactivado el artefacto él y su compañero se aproximaron para finalizar su labor pero se les ordenó que no realizaran más fotografías. "Cuando nos disponemos a realizar las fotos nos dicen que nos retiremos rápidamente de allí" y ha añadido que esta "no es una situación normal".

"Antes de irnos el comisario general de Seguridad Ciudadana me dice que le dé el carrete de la cámara para que el revelado sea más urgente", recordó. Esta petición no le extrañó ya que la máquina reveladora de su Brigada llevaba estropeada "mucho tiempo" y pensó que era lógico agilizar la labor lo más posible, ha agregado.

"El carrete desaparece" después de esto, ha destacado y ha dicho que ha preguntado posteriormente por é en varias ocasiones y que le han dicho miembros de su Brigada "que las fotografías no existían".  El funcionario ha puesto de manifiesto que en marzo de 2006 elaboró "a motu propio" una nota interna sobre los acontecimientos de aquella noche y concretó que nunca ha prestado declaración en juzgado sobre los sucesos descritos.

Zaplana a favor de la exhumación
El portavoz parlamentario del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ve bien que el tribunal que juzga los atentados del 11 de marzo pueda autorizar la exhumación de cadáveres para analizar el tipo explosivo si estima que hay "razones" para practicar esta prueba. "Me parece que todo lo que sea acercarse a la verdad y al conocimiento de la verdad es siempre bueno", recalcó.

Zaplana se refería así a las informaciones acerca de que los peritos que representan a parte de las acusaciones y defensas planean pedir en los próximos días al tribunal que juzga los atentados del 11-M la posibilidad de exhumar algunos cadáveres con el objetivo de obtener nuevas muestras para poder analizar y determinar qué tipo de explosivo fue empleado en la masacre.

En una rueda de prensa en el Congreso, el portavoz 'popular' indicó que todas las pruebas que se "puedan" y se "deban practicar" serán "bienvenidas" si el tribunal cree que hay "motivaciones y razones" para practicarlas.

Dicho esto, Zaplana aseguró que se siente "muy satisfecho con la marcha del juicio" del 11-M en lo que supone "de intento por el conocimiento y el esclarecimiento de los hechos", algo que, a su juicio, "no había existido hasta ahora".