"Usted, ¿qué habría hecho en mi lugar?" Es una pregunta importante que busca la complicidad del interlocutor. La formula Giorgio Perlasca (1910-1992) a Enrico Deaglio en el libro "La banalidad del bien", donde se relata la historia del italiano que se fingió español para salvar las vidas de decenas de millares de hebreos durante el fascismo. Este hombre que hoy tendría un centenar de años era de Padova y se ganaba la vida como empleado de una empresa de importación-exportación de carnes. En Hungría, adonde le llevaron sus negocios, se enfrentó a los temibles oficiales de las SS en favor de los judíos.
Giorgio Perlasca había sido un fascista nacionalista convencido; luchó al lado de Franco en la Guerra Civil española y ello le valió un valioso salvoconducto firmado por el general y que le abría las puertas de todas las legaciones españolas en cualquier lugar del mundo. En Budapest se hizo pasar por cónsul español y logró rescatar y proteger de las manos de los nazis a miles de hebreos que acogió en la sede de la propia embajada contando con el plácet del embajador Sanz Briz.
"Lo hice porque no podía soportar ver a personas marcadas como animales, porque no podía soportar ver asesinar a los niños. No creo que por haber hecho esto haya sido un héroe. Tuve la posibilidad de ayudar y lo hice. De repente me encontré siendo un diplomático, con muchas personas que dependían de mí. ¿Qué debería haber hecho, según usted?" Más de una vez llegaban de nuevo las SS y se llevaban en camiones a los protegidos, pero Perlasca no desfallecía y los salvaba del fusilamiento o de los trenes de la muerte con destino a la "solución final". Después, llegó el fin de la guerra y el retorno a casa seguido de un silencio de casi medio siglo, hasta que un grupo de supervivientes dio a conocer la gesta de aquel hombre, tímido y perplejo ante los honores que se le tributaron. "¿Qué hubiera hecho usted en mi lugar?", era la pregunta con la que respondía a las muchas que le dirigían.
Si (
No(
