Llega el partido de la jornada, del año, del siglo y del milenio. Como acontece todas las temporadas. Llega el clásico de los clásicos. El no va más futbolero y mediático. La desconcatenación de los astros… ¡El Madrid-Barça! Casi 'na'. O casi 'to'. Según se mire. Máxime con la igualdad total a puntos y casi a diferencia de goles, con uno más para los de Pellegrini, que por ello son líderes sobre los de Guardiola. Máxime tras la exhibición de ese dios futbolero y olé que se llama Lionel Messi ante el Arsenal ¡Qué duda cabe de que el partido es importantísimo de cara al título! El que gane saldrá reforzado moralmente y con tres puntos de ventaja sobre el perdedor, dos cuestiones que pueden ser decisivas siete jornadas después. Pero…
Pero conviene no olvidar eso: que quedan siete partidos, un total de 21 puntos en disputa. Y que en este tramo final de la competición pueden ocurrir muchas cosas. Porque la mayoría de los equipos implicados en las distintas cuestiones aún por dilucidar –e incluso con esas alegales e inminentes primas a terceros-, como los dos puestos de la Liga de Campeones, los otros dos de la pomposamente llamada Liga Europa –o sea, la antigua Copa de la UEFA- y la tragedia del descenso. Además, aunque el ‘Dúo Dinámico’ del título -Barça-Madrid, Madrid-Barça, que tanto monta monta tanto- tienen algunos partidos teóricamente fáciles, también deberán afrontar otros más complicados, siempre en teoría, claro.
Por ejemplo, ¿qué les parece que a los blancos les visite el mejor equipo español de la temporada –después del Dúo, claro-, el Valencia, que debe recuperarse del mazazo de su eliminación europea? ¿o los desplazamientos a dos estadios problemáticos, La Romareda -con el Zaragoza quizás todavía en puestos de peligro- y Son Moix –con los de Manzano, prácticamente imbatibles en casa últimamente, salvo precisamente el Barça y con muchos apuros- intentando meterse en Liga de Campeones? Y, a 'sensu contrario', ¿qué opinan de esas tres salidas de los azulgrana ante el siempre peligroso rival local, Espanyol, y a dos equipos que se juegan su baza para meterse en Europa, bien en la Liga de Campeones o en UEFA, como son los casos de Villarreal y Sevilla? Tampoco es menester echar en saco roto la parte de azar que tiene este deporte y que a veces decide un partido y con él una competición.
¿Recuerdan el gol que falló Higuaín a puerta vacía –el balón dio en el poste por milímetros- ante el Olympique de Lyon my que habría sido el 2-0 y prácticamente la eliminación de los franceses, que después empataron y se cargaron el Madrid para cargarse posteriormente al Girondins y colocarse en semifinales de 'Champions'? De modo que, menos lobos, menos lobos respecto a que el título se decide en Chamartín este sábado. Al margen de intereses mediáticos para vender periódicos o aumentar clientela de espectadores y oyentes, todos los que saben de fútbol entienden que con sólo tres puntos de ventaja que acumulará el vencedor no se puede cantar victoria final. Y menos aún si se produce un nada descartable empate. También al margen de forofismos y partidismos, lo más importante para nuestro fútbol, como amantes del mismo, es gozar de este lujo de encuentro repleto de estrellas y que gane el mejor. Lo que no significa que vaya a ser también el mejor al término del campeonato.
Si (
No(
