Inocentes letras cantadas

   Cuenta Ismael Serrano que la "movida" madrileña se cargó a las canciones con mensaje y no le falta razón, en cuanto se disolvió una tradición oral cantada que venía desde las coplas de ciego. Somos un país de grandes contrastes (un informe sobre el calentamiento global dice que la Península ha aumentado en temperatura en los últimos treinta años más que el resto del mundo) y por eso pasamos de traer copias ilegales de Francia del directo de Paco Ibáñez en el Olimpia a escuchar canciones pop más bien simples de fondo y forma. En el informe presentado por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, no se dice nada de los efectos de las canciones tontas sobre la capa de ozono pero algo deben contribuir a estemartinez_simancas.jpg desaguisado.

   Pudiera ser que al personal le interesa la música, como el resto de la cultura, en pequeñas dosis y sin efectos secundarios, por eso los cantautores estuvieron a punto de desaparecer como los dinosaurios en el Cretácico. El consumo de cultura se hace cada vez en ampollas más pequeñas y más sencillas de digerir. En Madrid han entendido que la llamada "Noche de los libros" debe estar acompañada de tapas que animen al transeúnte a entrar en las librerías, y así mientras ojeas una obra te puedes comer un pincho de atún con pimiento rojo. En Madrid han inventado libros de tapa comestible (un escalón por encima de los de tapa dura), porque la cultura entra mejor con pan que a palo seco.

   El mensaje del que se queja Ismael Serrano desapareció el día en el que el enamorado prefirió escribir una abreviatura en un "sms" antes que grabar un nombre dentro de un corazón de tiza; o cuando nuestro buzón se llenó sólo de cartas de los bancos y no de los amigos a los que ya no se escribe sino que se les despacha por Internet conectado al teléfono móvil. Las cosas, y sobre todo las canciones, no es que parezcan simples, lo son. Y no será por falta de temas sociales para denunciar: las verdades escuecen como sal sobre una herida (algo que no mata pero sí resulta notablemente incómodo).

   Al final ha triunfado la estética sobre la ética que tiene la batalla perdida en cuánto se disponga a ser algo profundo, cargada de mensaje y dotada de rima. Fuera de contexto, y leída con intención, una copla de Quintero, León y Quiroga puede ser algo absolutamente revolucionario en un mundo de mensajes simples que se transmiten a la velocidad del rayo por una banda ancha. Supongo que a lo que se refiere Ismael Serrano es a otra vía, a un camino más sutil y delicado que conecta las arterias con el corazón y le hacen temblar; es decir a un tramo de raíles abandonados de lo que fue un tren de vía estrecha.