Duran ataca al PP, Sánchez Camacho a Montilla, y éste ironiza con Rajoy

El presidente de la federación Convergència i Unió en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, acusó ayer al Partido Popular de dañar para siempre al Tribunal Constitucional con la única finalidad de perjudicar al presidente del Gobierno español. Mariano Rajoy -ha dicho- "tendría que ser consciente de que el TC ya no tiene crédito y que el responsable del daño es fundamentalmente, y no exclusivamente, el PP". Quien sabe si la apostilla no iba dirigida a Manuel Aragón, el miembro del TC propuesto por el PSOE que al final ha votado en consonancia con los conservadores. En sus declaraciones durante la feria 'Vive Latinoamérica', en l'Hospitalet del Llobregat, Duran ha recordado que ha sido este partido quien ha bloqueado la renovación del Alto Tribunal impidiendo el cumplimiento del mandato constitucional de los magistrados. Además, ha recordado a los conservadores españoles que el Estatuto catalán es calcado al andaluz, que no han recurrido. Si recurrirá o no a los magistrados es algo que queda en el alero. Desde luego, la posibilidad es factible pues Duran piensa plantearla en el Congreso y cree que los partidos catalanes la secundaran.

Apuntada por Duran -si tenemos en cuenta las siglas que defiende-, la presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, ha sacado su artillería contra José Montilla quien, según su opinión, no tiene credibilidad hoy para ser candidato de su partido, pues en cuatro años "no ha tenido fuerza para conseguir un gobierno eficaz y liderar el tripartito". Pero más allá de esto, Sánchez Camacho, durante la clausuras del III Campus de Nuevas Generaciones del PP catalán en Castelldefels, le ha recriminado que no haya aprovechado sus conversaciones telefónicas con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para pedirle que desbloqueara la renovación del Tribunal Constitucional.

Y en este contexto que a veces nos recuerda a las 'matildes' o a la cabina de López Vázquez, por tanto teléfono que hay por en medio pero también por otras cosas, en versión actual y postmoderna, José Montilla, presidente de la Generalitat, ha hecho ver que entendía que la falta de pilas o de cobertura justificaran que el líder del PP, Mariano Rajoy, no tuviera disponible su móvil desde el viernes para hablar con él. Ayer lo hizo y, en una conversación que fue muy cordial, según fuentes populares, pero que Montilla interpretó que es una muestra de cómo el PP trata a Cataluña -"ni escucha ni responde"-, el máximo dirigente conservador le dijo que no se había puesto antes al aparato porque ya se había enterado por la prensa de lo que iba a decir. Rajoy, impasible, había rechazado antes la renovación en este momento de los miembros del Tribunal Constitucional porque "sería un torpedo a la línea de flotación" del órgano que, según dijo, debe resolver cuanto antes sobre los recursos al texto catalán". Y es que hacerlo -impasible, de nuevo, el ademán porque quién se cree que el daño autoinfligido pueda ser aún mayor- "dañaría para siempre la reputación de esta institución y liquidaría su futuro".