Noche tranquila en Malasaña con despliegue policial

Desde primeras horas de la tarde en la popular plaza madrileña se apostaron una decena de coches de la Policía Municipal y se instalaron vallas mientras patrullaban agentes, algunos de ellos con perros. En calles como la de Corredera alta de San Pablo, San Andrés, La Palma, Velarde, o San Vicente Ferrer, se repetían los grupos de vallas y similar vigilancia policial.

Junto a la cercana estación del metro de Tribunal, se estacionaron hasta seis furgonetas de Policía Nacional y dos vehículos municipales, mientras que en la Glorieta de Bilbao, a unos 500 metros de Malasaña, había aparcadas tres ambulancias y dos vehículos del SAMUR.

Un grupo de policías locales recorrían la zona en motocicletas para evitar que se consumiera alcohol en la vía pública y velar por el cumplimiento del horario de cierre de los locales. El propietario de un bar en la Plaza del Dos de Mayo se quejó de que "por culpa de la presencia de este 'regimiento' de policías desde primeras horas de la tarde el negocio está muerto".

Lejos de los agentes, algunos jóvenes coreaban frases como: "Mucha policía, poca diversión", otros llamaban "a las barricadas" en tono de broma, o lamentaban "esta represión" que la comparaban con la de la "época de Franco".

Este dispositivo se desplegó en previsión de posibles incidentes, como los ocurridos los días uno 1 y 2 de mayo, en que se registraron enfrentamientos entre jóvenes que querían celebras las fiestas del Dos de Mayo con sendos 'botellones' en la plaza del mismo nombre, y policías, con el resultado de un agente herido grave el martes y otros 46 heridos leves el miércoles.