Im-presentables del martes, 27 de abril de 2010

Violencia y racismo

Un chico de 19 años le ha pegado una paliza a otro chaval de 18 en el metro de Madrid. Sus razones han sido que él es “antifascista” y que el agredido era de extrema derecha. Tremendo razonamiento, de lo más “fascista" por cierto. ¿Hasta dónde estamos llegando? ¿Tendrá algo que ver el nuevo posicionamiento de la sociedad en dos partes enfrentadas? De nuevo las dos Españas, banderas republicanas y falangistas, la Asamblea de Madrid metida en discusiones sobre el franquismo, el PP hablando de democracia en peligro… ¿Y luego nuestros políticos se sorprenden de estas noticias?

Y es que esta agresión en el metro ha traído a nuestra memoria la ocurrida en el de Barcelona, donde un energúmeno la emprendía a golpes con una chica extranjera, un día después de que el candidato a alcalde de Badalona del PP repartiera 2.000 folletos en los que relacionaba inmigración e inseguridad… Quizás sería el momento para que nuestros políticos se replanteen si es conveniente seguir con esta crispación que lo único que alimenta es la violencia y el racismo.

• Agresor y víctima del Metro se habían retado por Internet

No al velo, pero sí a los crucifijos...

Toda esta situación generada por la polémica del velo de la niña Najwa, que finalmente ha cambiado de colegio, ha propiciado un debate en torno a qué símbolos religiosos deberían estar fuera de los centros educativos. Coincidencias de la vida, la Fundación BBVA ha publicado un estudio al respecto que ha llegado justo ahora y que deja datos muy significativos. Por ejemplo, que los españoles estamos a favor casi de forma abrumadora (49,3%) de que sigan estando los crucifijos en las aulas de nuestros hijos, pero no que se lleven velos islámicos o kipás hebreas. O lo que es lo mismo: no tenemos un criterio imparcial, sino que toleramos nuestros símbolos propios de la cultura cristiana y occidental pero rechazamos los de fuera. ¿Algo de xenofobia en todo este asunto o una lucha por mantener las raíces? Es un eterno debate, pero parece más que imparcial esta postura algo intolerante con gente, hay que recordar, que no es ya que sea inmigrante: Najwa es española, nació hace 16 años en nuestro país. Por tanto... ¿contra qué quieren protegerse algunos si se trata de ciudadanos de pleno derecho de España?


Colegios con velo

Algunas mujeres musulmanas se ponen el velo en señal de respeto a algunas tradiciones que aquí, muchas veces, no entendemos o no queremos aceptar. El caso es que forma parte de su cultura y, más allá de los debates sobre su idoneidad y lo que implica respecto a la posición de la mujer en su sociedad, lo que ha sucedido en nuestro país es lamentable. Porque aún no existe una ley que claramente se pronuncie sobre este polémico caso concreto de los velos en instituciones públicas como son los centros de estudio. Hablamos del caso de la niña Najwa, que ha dejado voluntariamente el instituto de Pozuelo donde estudiaba para matricularse en uno donde pueda llevar libremente su velo. Un velo, o 'hiyab', que, recordemos, llevan cientos de niñas musulmanas actualmente en nuestro país. Por eso no se comprende que el instituto San Juan de la Cruz cambiara de urgencia sus normas para rechazar a la menor. Cambiar las normas sobre la marcha ha sido un juego sucio terrible, algo que al menos Educación impedirá hacer en lo sucesivo. El caso es que la niña Najwa perderá, casi seguro, este presente curso. Pero habrá aprendido mucho sobre la parte más oscura de la condición humana. Y que ella se coloca un velo sobre el cabello, pero algunos centros de estudios se lo colocan sobre los ojos, nublándole el juicio.

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Pues gentes que sin duda merecedoras de respeto, que habitualmente se comportan con normalidad, pero que, ocasionalmente, hacen cosas im-presentables. Gentes conocidas, populares, que a veces se ‘pasan' unos cuantos pueblos. Pretende ser una sección amable. Una cosa es ser (ocasionalmente) im-presentable y otra merecer la condena de la sociedad por acciones repudiables y aborrecibles.