El “juego sucio” se toma la publicidad de las elecciones

Inmediatamente, la Comisión Nacional Electoral (CNE) ordenó su desmonte a la alcaldía de Villavicencio, recordando que ya había emitido varias resoluciones que en ese sentido prohíben la publicidad ofensiva de los candidatos. El organismo además advirtió que habrá sanciones para quienes violen dicha disposición.

Marco Emilio Hincapié, presidente de la CNE, aseguró que desde la propaganda utilizada por los precandidatos del Partido Conservador, se determinó que la propaganda electoral que agreda la honra y los derechos fundamentales de las personas no está permitida.

Según Hincapié, la Administración de la capital del Meta y todos los alcaldes del país deben "observar las normas del CNE" y cumplir las disposiciones que ha fijado la ley.

Por su parte, Raúl Franco, alcalde de Villavicencio, calificó de “indecentes” los mensajes publicitarios, manifestó que éstos atenta contra la dignidad de un candidato a la Primera Magistratura, y agregó que esa no es la forma de hacer política.

Franco además explicó que las vallas contenían un mensaje que invitaba a los ciudadanos a asumir posiciones agresivas y por eso se ordenó bajarlas. Así mismo, Germán Muñoz, presidente del Tribunal Electoral, que representa al Consejo Nacional Electoral en Villavicencio, también consideró como "una ofensa a la moral pública" los avisos.

En las pancartas aparecen los presidentes de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Hugo Chávez, junto a alias “Alfonso Cano”, jefe de las FARC, del otro lado, se encuentra Mockus con los pantalones abajo. Finalmente, se invita a votar por Juan Manuel Santos, candidato del Partido de “La U”.


El autor de la discordia

Los avisos que aparecieron en la avenida 40 en el cruce de La Estrella, y frente al monumento al coleo, fueron pagados por el empresario villavicense Camilo Manrique, quien se defendió asegurando que no estaba ofendiendo a nadie y que simplemente mostraba la realidad.

Manrique justificó el hecho en que "hay que recordarle a la gente el pasado de 'pescas milagrosas', el Caguán y los secuestros", y explicó que los avisos tenían las imágenes de "las tres personas más odiadas por los colombianos".

"Yo no estoy ofendiendo a nadie sino que estoy poniendo una realidad. La democracia permite que toda persona que quiera decir algo en contra de otra, lo diga. Yo lo que estoy es haciéndole propaganda a una política de seguridad democrática y lo que quiero es crear polémica y hacer que la gente se acuerde del pasado", expresó el empresario.

Sin embargo, y pese a las explicaciones de Manrique, la polémica se agudizó cuando Mauricio Gutiérrez, uno de los directivos de la campaña de Mockus en la capital del Meta, además de reprobar la publicidad, también denunció intimidaciones y agresiones en su contra.

Gutiérrez informó que recibió en la sede de la campaña un sobre de manila con una camiseta en la cual se estampó la misma figura y leyenda de las vallas. Así mismo, aseguró que ha recibido llamadas intimidatorias en las que le advierten que se cuide y lo insultan con palabras de grueso calibre, por lo cual, afirmó, se puso en contacto con las autoridades para que se investigue quién está detrás de esos hechos.

Por su parte, Camilo Manrique aclaró que él no tiene nada que ver con la camiseta ni con las amenazas en contra de Gutiérrez.