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Un baño de moda

Un baño de moda

sábado 08 de mayo de 2010, 16:26h

Guillermina Baeza es una diseñadora con una sólida trayectoria, que cuenta con una infraestructura consolidada y que puede hacer frente con soltura a los vaivenes de la moda e incluso a la crisis que parece haberse instalado en nuestras vidas.

Guillermina Baeza nació en Marruecos durante la época del Protectorado, hoy tan en boga debido a la novela de María Dueñas “El tiempo entre costuras”. Quizás el cosmopolitismo de esas tierras le hizo ver la vida desde otra perspectiva, pero el caso es que esta diseñadora afincada en Barcelona es un referente en la moda de baño. Sus prendas tienen la consistencia necesarias para hacerlas eternas, aunque cada temporada nos sorprenda con una nueva colección.

Para este verano se ha inspirado en la década de los veinte, una década que con la de los cincuenta está considerada como la más elegante. En esa etapa la mujer experimentó un gran avance, es cierto que propiciado, desgraciadamente, por las consecuencias de la I Guerra Mundial. Empezó a trabajar fuera de casa y por tanto a disponer de independencia económica. Además, los veinte fueron unos años caracterizados por una serie de cambios no sólo sociológicos (la gente tenía unas contagiosas ganas de vivir) sino artísticos, con la irrupción del Art-Decó.

 

Bañadores de noche

Guillermina Baeza lo ha plasmado en esta colección de baño 2010 en el que el negro es el gran protagonista, junto con la combinación con el blanco, un binomio cromático tenido siempre por elegante. El bañador de una pieza es el rey de la temporada, como volvió a serlo en la década de los ochenta en ese ir y venir de la moda. El bañador suele ser bien recibido por la mayoría de las mujeres, ya que estiliza la figura, sobre todo cuando ya no se pueden disimular los estragos del carné de identidad. Los de Guillermina Baeza son de formas suaves y femeninas, con muchos detalles presentes en todos los diseños como lazos, volantes, drapeados y estampados de flores, que contrastan con solapas, un guiño al toque masculino tan recurrente en la época en la que están inspirados.

Para amortizar el gasto de estas prendas imperecederas si llevan el sello Baeza, la diseñadora ofrece la oportunidad de lucirlas también por la noche. A saber: el bañador, además de servir para bañarse y tomar el sol en la playa o en la piscina, se puede llevar para las salidas nocturnas, ya que a sus sofisticados diseños les ha añadido aplicaciones de Swarovski. A eso se le llama sacarle partido a una compra.

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