Dos índices de los que suele estar atenta la opinión pública dieron ayer las correspondientes sorpresas: de un lado, la bolsa, que después de haber estado cayendo prácticamente una semana en medida preocupante, este lunes reaccionaba tras la intervención de la UE y del FMI y del blindaje del euro. Los mercados bendecían con una importantísima subida el fondo de 750.000 millones contra los especuladores.
Pero, al mismo tiempo, el Centro de Investigaciones Sociológicas, el CIS, daba a conocer su propia variación de los datos de la opinión sobre los gustos y preferencias políticas de los españoles. La más reciente encuesta del CIS registraba ayer un importante recorte de la ventaja que en los últimos meses había venido registrando el PP: de superar al PSOE en cuatro puntos, ha pasado a mantener una ventaja de sólo punto y medio, lo que ha provocado un notable enfado al portavoz del PP,
Esteban González Pons. Posiblemente en el cambio de actitud de muchos preguntados por los encuestadores del CIS hayan "funcionado" dos factores: de un lado, el caso Gürtel, y de otro, un cierto final de la crisis que empieza a advertirse o adivinarse. Las dos cosas, y la actitud del liderazgo del PP, pudieran ser la razón de que se esté modificando aceleradamente la opinión de muchos españoles, que hubieran deseado mayor decisión del presidente del PP contra sus correligionarios afectados por la trama de corrupción de Gürtel, y que también hubieran deseado ver mayor decisión de
Rajoy a la hora de dar su propio apoyo y el de su partido en las medidas del Gobierno contra la crisis, y no su permanente obsesión de que tiene que ser
Zapatero quien rectifique su política contra la crisis. Una y otra vez, Rajoy "celebra" que los dirigentes de la Unión Europea hayan presionado y forzado a Zapatero a reducir el déficit público con mayor
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rapidez de la que el Gobierno había propuesto. Claro que también olvida Rajoy que las autoridades comunitarias, y la canciller alemana entre ellas, estén impulsando la segura elevación de impuestos.
Angela Merkel jamás puso en marcha la rebaja de impuestos que le intentó forzar el socio liberal, y ya ha anunciado que esos planes quedan pospuestos para mejor ocasión... Tampoco se ha visto, en ningún momento, que el líder del PP se haya situado al frente de su partido para recomendar a las autonomías en las que gobierna que empiecen a dar ejemplo, al Gobierno central y que empiecen a recortar de manera importante sus gastos, sus empresas públicas, sus altos cargos..., tal y como recomienda al presidente Zapatero. Y no conviene olvidar que los gobiernos autonómicos vienen a suponer la mitad del gasto público de todo el Estado. Pero, por lo que se ve, no parece probable que el PP se vea libre de sus propias facturas por causa de la crisis y sus efectos.
En cuanto a la encuesta del CIS, ha sido recibida con un pésimo malhumor por el portavoz Pons, que no duda en hablar de manipulación de cocina y de refritos. Será relativamente fácil de comprobar si es una rectificación puntual del electorado o un error de los expertos en encuestas. Pero no parece que haya dudas de que el caso Gürtel, como el Caso
Matas, es seguro que hacen daño a las perspectivas electorales del PP.
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