Importancia de los desastres naturales: el vertido de petróleo en el Golfo de México

La plataforma petrolífera DEEPWATER HORIZON, gestionada por la compañía internacional British Petroleum (BP), se incendió el 20 de abril de 2010 y, dos días después, se hundió en la zona del Golfo de México, lo cual ha producido un vertido de petróleo que ya tiene las dimensiones de la isla de Puerto Rico, flotando a la deriva, más de 6.000 kilómetros cuadrados de crudo.

Los Medios de Comunicación mantienen una información continua, al igual que Internet, con amplios detalles, para responder a las clásicas preguntas de quién, cuándo, dónde y cómo se generó la catástrofe, su incidencia económica, los efectos directos e indirectos que ha causado y los que trata de evitar produzca en el futuro en la costa de Estados Unidos. Recordemos sólo algunos datos entre los publicados.

Deepwater Horizon era una plataforma petrolífera semisumergible, que en septiembre de 2009 perforó el pozo petrolífero más profundo de la historia. La plataforma era propiedad de Transocean, compañía que se la había arrendado a British Petroleum. Tras la explosión es responsable de la muerte de once personas y de los daños que cause el vertido. Actualmente BP está empleando todos los medios técnicos posibles para cortar el vertido del petróleo: taponar las tres fisuras por las que fluye el crudo; barreras de contención; disolventes químicos (que pueden tener un efecto colateral dañino para la fauna y flora marina), excavación de un nuevo pozo alternativo, colocación de una campana de succión, etc. Deseamos que lo logre pronto y eficazmente, en beneficio de todos.

Ante lo sucedido podemos plantearnos algunas preguntas y reflexiones sobre esta catástrofe, de gran impacto mundial y de repercusión en la grave crisis económica en que nos encontramos, que afecta especialmente a la industria petrolera, pesquera y al sector turístico y también al Medio Ambiente.

¿La catástrofe de la plataforma DEEPWATER HORIZON es un Desastre Natural?
Ha sido producido por una causa humana, al fallar el sistema de seguridad de la plataforma, pero por la amplitud de las dimensiones y daños causados por el vertido del crudo, está a la altura de los Desastres Naturales, que conviene recordar son muchos y de distinta clase. Pero todos causan daños mortales, sociales, psicológicos, económicos, etc., a los seres humanos y también al Medio Ambiente. Una posible clasificación, atendiendo a su origen, podría ser: Desastres Naturales climatológicos (sequía, desertificación, alteraciones producidas por la actividad del ser humano, como el agujero de la capa de ozono y la probable modificación del Cambio Climático); Desastres Naturales cósmicos (impacto de objetos procedentes del espacio con la Tierra, como los meteoritos); Desastres Naturales geológicos (erupción volcánica, terremoto, maremoto o “tsunami”); Desastres Naturales geomorfológicos (movimiento del terreno, por el que el suelo natural sufre corrimiento o se hunde); Desastres Naturales meteorológicos e hidrológicos (nieve, hielo, lluvia, granizo, tormenta, inundación, ola de frío, ola de calor, viento fuerte, mangas marinas, ciclogénesis explosiva o “bomba meteorológica” o “borrasca perfecta”, que producen vientos superiores a los 120 km.p.h., temporal marítimo, huracán, tornado, ciclón tropical); Incendios (surgidos por causas naturales, como rayos); Accidentes causados por el hombre (como vertidos tóxicos, vertidos de petróleo, escapes de gas, accidentes nucleares, incendios provocados de grandes dimensiones, etc.); y Desastres Naturales biológicos (plaga, enfermedad, epidemia y pandemia).

¿Cómo es posible se haya producido el accidente en la plataforma?

Por la resistencia de algunas compañías a que sean realizadas medidas de seguridad. Al perforar la superficie de la tierra o los fondos submarinos desde plataformas marinas, el mayor riesgo que se corre es que explosione la cabeza del pozo, debido a que el gas está sometido a una gran presión interior y, según asciende hacia la superficie se dilata y puede explosionar. Para evitarlo, se ha construido un dispositivo antiexplosión denominado BLOW OUT PREVENTER (BOP).

El accidente aparentemente se ha producido al fallar el sistema BOP instalado en la plataforma Deepwater Horizon, del cual responderá el seguro. La BP subcontrató una empresa especializada en la operación del pozo y por tanto en la instalación del sistema de seguridad BOP. Ahora se está investigando si el fallo ha sido humano o un fallo técnico. El efecto causado consiste en que, al estallar la cabeza del pozo, no se controla la salida del crudo, y se produce la marea negra.
 
Las plataformas marinas son en su conjunto aún más complejas que los pozos terrestres, y la legislación de seguridad más exigente. Además todos los sistemas de seguridad, al adaptarlos a las plataformas marinas, por su mayor complejidad, aumentan su coste. En estas operaciones existe también la posibilidad de montar un segundo dispositivo de seguridad, que puede taponar la salida en caso de fallar el BOP. Este segundo dispositivo tiene actualmente sus partidarios y detractores en cuanto a su eficacia. Y además, por ser más caro, encarece el precio de la extracción, repercute en el coste del petróleo, que ya se considera es alto, e incide muy directamente en la economía. En el mundo hay varios miles de plataformas marinas y de pozos de extracción terrestre. En la zona del Golfo de México, se habla de 4.000 plataformas marinas. En algunos países es obligatorio el segundo dispositivo de seguridad y en otros no, como ocurre con los Estados Unidos en el área del Golfo.

Como ahora ha sucedido el accidente, es muy probable se declare obligatorio el segundo sistema de seguridad en todos los países, con el objetivo de poder reaccionar y enfrentarnos en mejores condiciones con esta clase de Desastres Naturales y con mayor grado de seguridad.

¿Pueden los Desastres Naturales ser considerados como generadores de crisis medioambientales?

Las noticias relativas a los desastres y accidentes son los temas más frecuentes en los programas informativos de televisión. Se considera que una crisis es un cambio repentino que pone en peligro la imagen y el equilibrio natural de una organización. El 86% de las crisis provienen de riesgos latentes. Las crisis causadas por los Desastres Naturales adquieren escala planetaria en una sociedad interhumana, que vive envuelta en noticias de escándalos y tragedias. Los Desastres Naturales por los graves efectos que causan pueden ser incluidos entre las Crisis que tienen como características: la sorpresa, pues aunque sea previsible no puede ser totalmente anticipada; la unicidad, cada crisis es única, no hay dos crisis iguales ni con los mismos efectos; la urgencia, hay que reaccionar rápidamente; la descentralización, los Medios de Comunicación generan gran exceso de demanda informativa; la temporalidad, limitada al periodo de vigencia de la crisis. Pasado un cierto tiempo, las crisis se olvidan, son una fecha en un archivo.

El Gabinete o Comité de Crisis juega un papel decisivo en estas situaciones. Es un equipo de 5 ó 6 personas, que hacen el seguimiento de la crisis y adoptan las medidas necesarias para conseguir los fines que se proponen. Tienen capacidad para tomar decisiones con la mayor celeridad posible. La misión es acabar cuanto antes con la crisis. Viven entregados a ello y no pueden realizar ninguna otra actividad al mismo tiempo. Disponen de un presupuesto extra. Deben trabajar tranquilos y sin interferencias. Su portavoz ha de saber transmitir el mensaje adecuado en cada momento y aceptar las características de la dinámica de la prensa. El Plan de Crisis necesita actualizarse cada año y realizar simulacros para detectar fallos en el equipo.

¿Estamos preparados la Humanidad para la defensa frente a los Desastres Naturales y la protección del Medio Ambiente?

Ciertamente que no, pero es imprescindible conseguirlo para mejorar nuestra vida y el Desarrollo Sostenible. La creciente importancia y sensibilidad social ante cada nuevo Desastre Natural que se produce, parece ha creado un ambiente adecuado para que sea bien acogida una solicitud a Naciones Unidas, de que debe cambiar el orden de prioridades que otorga, y que sea: primero los Desastres Naturales y después la atención al Medio Ambiente y el Cambio Climático. Y también, que la Asamblea General tenga a bien proclamar la Declaración Universal de los Seres Humanos ante la Naturaleza, para disponer de una legislación del más alto nivel, a cuyos criterios se adapten las miles de leyes, decretos, reglamentos y otras normas nacionales, regionales y locales. Esta Declaración Universal tendrá que ser fruto del consenso y del apoyo de la Cooperación Internacional de los 192 Estados de Naciones Unidas.

El volcán Eyjafjallajokull logró fama mundial al entrar en actividad el 14 de abril de 2010. Ahora, el pasado 6 de mayo ha lanzado una nueva nube que volverá a poner a prueba nuestra capacidad de reacción y si hemos aprendido de la anterior mala experiencia.
 
Conclusiones:

Podemos decir que la serie de Desastres Naturales que venimos sufriendo los Seres Humanos a lo largo de nuestra historia, y especialmente los vividos en la época actual, primer decenio del Siglo XXI, debería hacernos recapacitar a todos los ciudadanos, a los Estados a que pertenecemos y a los políticos que nos gobiernan, para que éstos reaccionen con una eficaz Cooperación Internacional, ante estas actuaciones de la Naturaleza. Y que lo hagan teniendo presente el lema de Naciones Unidas de que “los problemas mundiales requieren planteamientos y soluciones mundiales”, con el fin de otorgar la importancia y prioridad que deben tener los Desastres Naturales ante el Medio Ambiente y Cambio Climático, y actuar en consecuencia para paliar sus daños.

Cada nuevo Desastre Natural que se produce nos señala nuestra frecuente imprevisión, desorganización, tardanza en la toma de decisiones y falta de medios.

    Por tanto, parece muy conveniente que, ante los Desastres Naturales, nuestra norma de actuación sea: Prevención, Organización y Capacidad de Reacción, adecuadas para salvar vidas, disminuir sufrimientos y destrozos en nuestro hábitat. Y en segundo lugar, nuestra atención al Medio Ambiente y al Cambio Climático, pues hay que establecer prioridades ante la escasez de medios.

    Resaltar la importancia de la Cooperación Internacional de los Estados Miembros de Naciones Unidas, que han ampliado su campo de acción. Además de las Relaciones Interhumanas (para lograr algún periodo de paz), aumentar las Relaciones Ecológicas con el fin de:

• Lograr que Naciones Unidas proclame la Declaración Universal de los Seres Humanos ante la Naturaleza.
• Conseguir acuerdos de Cooperación Internacional en las Cumbres de Naciones Unidas para lograr un Desarrollo Sostenible y un Comercio Justo.