El Calvo, con numerosos antecedentes policiales, se había convertido en una persona ingrata en Villaconejos. Atormentaba a los comerciantes y traficaba con drogas, según los lugareños. Los vecinos soportaron sus fechorías en silencio hasta que un joven se enfrentó a él. La venganza fue inmediata.
Acompañado de 15 amigos El Calvo se fue al pueblo en su busca, en la tarde del sábado 30 de diciembre. Acudieron al bar El Cachete donde estaba su agresor. No le encontraron pero destrozaron el local y pegaron al dueño. Esa misma noche el pueblo estalló. Casi 200 jóvenes se reunieron en la plaza y fueron a casa de El Calvo para darle un escarmiento. El hombre disparó a la multitud y a los agentes. A las 5.00 horas fue detenido. Al día siguiente 200 vecinos quemaron y destrozaron su casa.