Otra vez la sospecha de contactos con ETA

   De nuevo, como cuando hace un par de meses Jaime Mayor Oreja lanzó la hipótesis de que el Gobierno de Zapatero seguía mantenido contactos con la banda ETA de cara a una negociación sólo momentáneamente interrumpida, ahora ha resurgido la misma hipótesis, en boca de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que incluso llega a amenazar la estabilidad del Gobierno que en Euskadi preside Patxi López y cuenta con el apoyo "externo" del PP de Antonio Basagoiti. En ninguno de los dos casos, la sospecha procede precisamente del PP vasco, aunque inmediatamente le afecta y causa desasosiego. Como en la anterior ocasión de Mayor Oreja, esta vez el revuelo originado por Cospedal ha forzado al ministro Pérez Rubalcaba a rechazar con indignación y firmeza la que parece una "tesis conspiratoria", a la que Cospedal nos viene acostumbrando, desde sus indignadas denuncias de presuntas escuchas telefónicas ilegales contra dirigentes de su partido, que nunca pudo demostrar, probablemente por inexistentes.

   Ahora también, la indignación de la señora Cospedal parece ir por delante de los hechos o al margen de la realidad. Lo cierto es que la secretaria general ha amenazado con dejar en soledad el Gobierno del socialista Patxi López, mientras Rubalcaba y los socialistas vascos niegan que exista esa supuesta vía abierta con la banda. En cuando al medio informativo que esta vez ha lanzado la hipótesis, el diario El Mundo, insiste hoy en "la vía Txusito", basada en un reciente comunicado de la banda etarra en el que se hacía referencia al "hilo que está abierto con Txusito", parece que en referencia a Jesús Eguiguren, presidente del PSE y anteriormente promotor de las negociaciones con la banda terrorista. Lo cierto es que la recuperada especulación sobre eventuales contactos del Gobierno socialista con la banda ha vuelto a crispar las relaciones entre los dos principales partidos. La información proporcionada por el ministro Rubalcaba hizo referencia, a su vez, a dos informes de la Guardia Civil y del CNI, con los que pretendió alejar cualquier sospecha de contacto con el PSOE y con el Gobierno, e incluso, para involucrar al PP, al mencionar que otro párrafo del referido comunicado etarra en el que la banda afirmaba que "hay más opciones y garantías de negociar con el PP". Dijo Rubalcaba que había transmitido esta información a Federico Trillo sin preguntarle si habían estado en contacto -PP y ETA-, "porque tengo una confianza de que esas cosas no se hacen", dijo Rubalcaba, en su respuesta ácida a las sugerencias de Cospedal. 

   Y abundó el ministro en que el PSOE no quiere ningún nuevo proceso de negociación: "No queremos ver a ETA ni en pintura, y eso afecta al PSOE en su totalidad, y por tanto, también al PSE. Eso se intentó y se acabó y eso afecta al PSOE en todas sus modalidades y federaciones", siguió desmintiendo el ministro, que además, reprochó a la dirigente popular que enredara con estas cosas de comer, tan serias, porque su partido sabe perfectamente la política antiterrorista del Gobierno". Pero de nuevo surgen la desconfianza y  las sospecha de conspiraciones...


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